29 de abril de 2008

Testimonio del profesor Rodolfo Cerrón-Palomino

El año pasado en la clausura del VII Diálogo de Estudiantes de Lingüística organizado por la Facultad de Letras y Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú tuve el agrado de conocer a uno de los lingüistas más versados en lo que se refiere a la lingüística andina, me refiero al profesor Rodolfo Cerrón-Palomino. Él, muy amablemente, decidió conversar con nosotros, un grupo de estudiantes de la Universidad de San Marcos, sobre variados temas de la lingüística y otros sobre su vida profesional. Durante la conversación surgieron preguntas referidas a sus trabajos dentro del quechua huanca, su motivación por el estudio de la lingüística, principalmente, por el estudio de la lingüística andina, algunos datos sobre su infancia y su situación como hablante de quechua o ,como refiere Xavier Albó (1), de hablante cuasi nativo del quechua central huanca. A todo esto, me encontré con este video que repite muchas de las ideas que compartimos en aquella conversa con el profesor Cerrón-Palomino y que me parece interesante compartir con todos ustedes, espero que lo disfruten.

Fuente: Videos PUCP

(1) Véase Cerrón Palomino Rodolfo. 2008. Quechumara. Estructuras paralelas del quechua y del aimara. Bolivia, Plural Editores. pág. 20.

21 de abril de 2008

El hombre de Neanderthal vuelve a hablar

Ha sido sin duda un silencio prolongado, puesto que nadie ha oído su voz durante los últimos 40.000 años, pero hoy el extinto hombre de Neanderthal está hablando, o al menos, un sintetizador instalado en una computadora lo hace por él.
Robert McCarthy, un antropólogo de la Florida Atlantic University, en Boca Raton, sur de Estados Unidos, reconstruyó el tracto vocal del hombre de Neanderthal para simular su voz y dice que a estos primitivos seres humanos les faltaban algunos sonidos básicos.
Estos sonidos permiten que hablantes con tractos vocales con tamaño diferente al del hombre de Neanderthal puedan entenderse, dijo McCarthy, en un discurso en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists en Columbus, en el estado norteamericano de Ohio, el 11 de abril.

«Ellos debían hablar en forma bastante diferente. No hubieran tenido cómo pronunciar algunos de esos sonidos básicos que constituyen la base del lenguaje hablado», dijo.
En los años setenta, el lingüista Phil Lieberman, de la Brown University en Providence, Rhode Island, infirió las dimensiones de la laringe de un hombre de Neanderthal con base en su calavera. Su equipo concluyó que este hombre no habría contado con la sutileza del lenguaje humano moderno. Algunos investigadores criticaron este hallazgo, citando pruebas arqueológicas de una cultura oral y también errores en la reconstrucción original del tracto oral por Lieberman.

Pero un lingüista del equipo de McCarthy, inmutable ante las críticas, simuló el habla de Neanderthal con base en las reconstrucciones de los tractos vocales de tres hombres de Neanderthal. Los fósiles de 50.000 años fueron llevados desde Francia.
Modelando el tracto vocal del hombre de Neanderthal, el equipo de McCarthy logró producir un sonido como habría pronunciado la e, pero proyecta simular el sonido de una frase entera tal como habría sido producida por uno de esos ejemplares. Escucha la simulación de McCarthy de una voz neanderthal.

En contraste con la «e« del hombre moderno, la lengua del Neanderthal no tiene marcas distintivas, según la simulación computadorizada. Aunque esta diferencia lingüística sea sutil, puede haber limitado el habla del hombre de Neanderthal, dice McCarthy. Escucha la simulación de la voz de un humano moderno.

El gen del lenguaje
Esta conclusión no coincide con el tamaño del cerebro del Neanderthal, lo suficientemente grande como para haberle permitido adaptarse al lenguaje, dice Erik Trinkaus, un antropólogo de la Washington University de St Louis. «En definitiva, lo que importa no es la anatomía de la boca sino el control neuronal sobre ella».

El hombre de Neanderthal tenía el gen que se ha dado en llamar «del lenguaje», afirma Trinkaus, con base en descubrimientos de investigadores que el año pasado descubrieron que este antepasado nuestro contaba con una versión del gen que en los seres humanos actuales se llama FOXP2.

Las personas que no tienen ese gen sufren disturbios del lenguaje y, por otra parte, los seres humanos tienen una versión de este gen que es diferente de las de los otros animales, incluyendo los chimpancés, nuestros parientes más cercanos.

Por otra parte, algunas evidencias genéticas indican que el lenguaje modeló la evolución de los seres humanos en los últimos milenios. John Hawks, un antropobiólogo de la Universidad de Wisconsin en Madison, también habló en el encuentro de Ohio, donde dijo que algunos genes importantes para la audición han cambiado rápidamente en los seres humanos modernos, quizá porque los genes lo ayudaron a elaborar nuevos y más complejos lenguajes.

«Algo ha cambiado en los últimos 40.000 años», afirmó. «Tal vez porque nuestros oídos se han tornado más sensibles para percibir sonidos que se han venido modificando en los últimos milenios».

20 de abril de 2008

El pensamiento complejo de la gramática generativa

Joel Armando Zavala Tovar
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
joelzavalatovar@hotmail.com
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"Mi andadura se ha visto marcada por sucesivas
reorganizaciones de mi modo de pensar"

Edgar Morin

En este breve artículo trataré algunas ideas básicas de la gramática generativa que permiten asociar la teoría lingüística con el paradigma de la complejidad propuesto por Edgar Morin. Para lograr estos fines, empezaré explicando en qué consiste dicho paradigma para posteriormente ir relacionando dichos conceptos con los de la gramática generativa.

Paradigma de la complejidad.

El paradigma de la complejidad es un paradigma epistemológico que consiste en una forma de conocer la realidad uniendo gran parte de los saberes fragmentados, producto del surgimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII, con el propósito de tener una visión transdiciplinar y multidimensional pero, al mismo tiempo, siendo consciente de la finitud de dicha realidad.”La ambición del pensamiento complejo es rendir cuenta de las articulaciones entre dominios transdiciplinarios quebrados por el pensamiento disgregador (…) pero sabe, desde el comienzo, que el conocimiento completo es imposible”. El pensamiento complejo, por último, postula que el estudio de la experiencia humana es, necesariamente, multifacético y supone reconocer que la mente humana no existe como una entidad divorciada del cuerpo ni desvinculada de tradiciones familiares, sociales, políticas, étnicas, culturales y que los seres humanos tienen, a la luz retrospectiva del fin de la guerra fría y del surgimiento de un mundo globalizado, un destino planetario común. (Morín, 2007).

Aplicada a las Ciencias Humanas y Sociales, la transdisciplinariedad permite constatar las continuidades y discontinuidades de los fenómenos sociohumanos integrando las explicaciones y visiones que ofrecen las nuevas Ciencias de la Complejidad. (Romero, 2003).

Gramática generativa y paradigma de la complejidad
Ahora que ya sabemos a lo que se refiere el paradigma de la complejidad. Mencionaremos algunos de los puntos en que podemos asociar este paradigma con la gramática generativa. En primer lugar, la gramática generativa, además de enfocarse en el estudio de la competencia lingüística del hablante, pone atención en algunas cuestiones fundamentales de la naturaleza de la facultad lingüística, su constitución, adquisición y uso (Chomsky, 1989). Dicha facultad lingüística al ser caracterizada como un órgano biológico, requiere del apoyo de otras disciplinas como la biología, la neurología, la psicología (por citar algunas) para tener un conocimiento más amplio y enriquecedor. En este punto, observamos que esta teoría lingüística no opera solo dentro del dominio de las ciencias lingüísticas sino que integra a otros campos del conocimiento para tener un mayor conocimiento de su objeto de estudio, aquí estamos frente a uno de los principios del pensamiento complejo: la transdisciplinariedad.

En segundo lugar, este tipo de gramática emplea para la descripción de la computación lingüística una serie de símbolos que provienen de la matemática y la lógica (reglas de estructura de frase, notaciones de estructuras barradas, función Xn-1 en la Teoría de la X-Barra, etc.) y un conjunto de asunciones fundamentales como el innatismo y el naturalismo de la facultad lingüística, provenientes de la filosofía, a lo que dentro del pensamiento complejo se denomina: pensamiento sistémico, que a diferencia de la transdisciplinariedad, se asocia dentro de la teoría misma y no con las disciplinas necesarias para enfocar el objeto de estudio: la facultad lingüística.

Finalmente, la gramática generativa, considera necesario el papel de la experiencia del hablante en la determinación de los estados de la facultad lingüística a través del establecimiento de parámetros necesarios para llegar a un estado final que es cada una de las lenguas particulares (chino, español, francés, alemán, etc.), además del reconocimiento de que la mente humana no existe como una entidad divorciada del cuerpo, sino revisemos algunos de los postulados del neocartesianismo en los que se apoya esta gramática. En conclusión, la gramática generativa es una teoría del conocimiento que representa al pensamiento complejo que es necesario para una mejor aprehensión de la realidad, en este caso, de la facultad lingüística, un órgano biológico, caracterizado a lo largo de toda una larga tradición dentro de las ciencias del lenguaje, desde la Teoría Estándar, la Teoría Estándar Extendida, el modelo de Principios y Parámetros y, actualmente, el Programa Minimista que pretende ser el acrisolamiento y una evidencia del paradigma de la complejidad dentro de las Ciencias Humanas.

Bibliografía:

Chomsky, Noam. 1989. El conocimiento del lenguaje. Madrid, Alianza Editorial.

Morin, Edgar. 2007. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona, Gedisa.

12 de abril de 2008

¿Cuántas lenguas indígenas existen en el Perú?

El presente artículo lo leí en el blog de Nila Vigil, a la que ya hemos hecho mención antes en este blog. Este artículo, de acuerdo con Nila, está dirigido principalmente a estudiantes de lingüística y jóvenes lingüistas, por este motivo, creo conveniente postearlo aquí, que también es un blog para jóvenes lingüistas. Saludos y disfrútenlo.
Estoy segura de que no exagero si digo que hay más de mil artículos en los que se sostiene que el Perú es un país multilingüe. Pero resulta extraño que no haya tantos artículos que nos hablen del número de lenguas indígenas que se hablan en este territorio. Una de las razones puede ser porque la afirmación de que se hablan muchas lenguas no la dicen solo los lingüistas sino también los antropólogos, arqueólogos, maestros, médicos, etc. y, bueno, no esperamos que todos ellos sepan el número de lenguas que hay. ¿Cuántas lenguas indígenas existen en el Perú? es una pregunta que se esperaría puedan responder los lingüistas. Pero la cosa no es así. Los lingüistas tienen distintas opiniones al respecto porque discernir sobre cuándo estamos ante una lengua o ante una variedad dialectal tiene que ver con cuestiones de distinta índole: históricas, sociales, políticas, económicas, etc. En este artículo quiero presentarles, brevemente, el asunto de la delimitación de las lenguas indígenas habladas en el Perú.[1]

En ocasión de la presentación de su libro: “El chipaya o la lengua de los hombres del agua”, se entrevistó a su autor, el lingüista Rodolfo Cerrón:

Como han podido apreciar, cuando se le pregunta ¿cuántas lenguas se hablan en el Perú? (7’:49”), Cerrón responde:

”Tenemos muchas realmente, muchas lenguas. Es muy difícil tener una estimación siquiera aproximada porque, por otro lado, ni siquiera estamos preparados como para distinguir certeramente entre lenguas y dialectos. Esto es un tema muy debatido dentro de la lingüística. Hay distintos criterios que se manejan para distinguir una lengua de un dialecto, de manera de que las cifras siempre son aproximadas, ¿no? y estamos hablando de por los menos unas 80 o 90 lenguas.”

Esta es una afirmación pesimista de Cerrón y no es tan cierto que no se tenga siquiera una idea aproximada del asunto. Creo que si bien hay algunas lenguas en las que no se ha definido su estatuto lingüístico, hay importantes investigaciones en lo que al multilingüismo del Perú se refiere, que se basan en una tradición de investigación de lingüística amerindia que tiene muchos años.

Es cierto que los lingüistas no se han puesto de acuerdo en definir los conceptos de lengua y dialecto pero eso no debería sorprendernos, son muchos los términos en los que los lingüistas no coincidimos. Pero si aceptamos que los conceptos son “operativos”, no debemos esperar tener una idea unívoca de dialecto o de lengua para ensayar una clasificación de las lenguas que coexisten en el territorio peruano, sino que debemos ser concientes de que las clasificaciones que se den, se enmarcarán dentro de las concepciones de lengua y de dialecto que tenga el “clasificador.”

Actualmente podemos distinguir dos líneas en la clasificación de lenguas: la del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) y la de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

El ILV considera que en el Perú se hablan 91 lenguas (ver aquí) Esta es la información que también maneja Anna Maria Ecobar: “Otro dato que necesitamos considerar es que la población quechuahablante representa el 90% de la población indígena en el Perú, que incluye a 85 lenguas indígenas (cf. Grimes 1988: 135)”. (Escobar, Anna María: Contacto social y lingüístico. El español en contacto con el quechua (disponible aquí)

Un aporte muy importante para conocer la realidad lingüística del Perú es el que nos dio Inés Pozzi Escot en su libro: el multilingüismo en el Perú (he tocado el tema acá):

En ese texto, en el que participaron más de sesentas estudiosos de las lenguas, Pozzi Escot consigna 43 lengua indígenas. En la reseña que hace Trapnell del libro de Pozzi Escot nos dice:

Una primera cuestión fundamental a la que el libro contribuye tiene que ver con la determinación del número de lenguas y familias lingüísticas que coexisten en nuestro país. Este trabajo fue iniciado por la compiladora en 1995, a pedido de los organizadores del Encuentro Panamazónico sobre Lenguas Indígenas que se realizó en Belém de Pará al año siguiente. Con los lingüistas Gustavo Solís y Fernando García asumió el encargo de elaborar un mapa de las lenguas y familias lingüísticas de la Amazonía Peruana con propósito comparativo con otros países amazónicos. El diálogo desarrollado con diversos expertos a raíz de este trabajo los llevó a sugerir cambios en el número de familias lingüísticas y de sus componentes. Como resultado de este trabajo presentaron en el encuentro de Belém de Pará un total de 17 familias (incluyendo el quechua) y 39 lenguas. En el prólogo del libro que comentamos, la compiladora indica que ha incluido la lengua sharanahua-marinahua en la familia Pano dado que su estatus como lengua está en estudio y que ha separado la lengua candoshi shapra de la familia jíbaro por recomendaciones de algunos investigadores. De tal manera, la propuesta de este libro es de 19 familias lingüísticas y 43 lenguas andinas y amazónicas. Sin embargo, como bien señala Pozzi Escot al inicio de la obra, ésta es provisional y, por tanto, abierta a nuevos cambios y ajustes por lo complejo que resulta tratar de “trazar las líneas divisorias entre un habla y otra y decidir cuántas de ellas son lenguas y cuáles dialectos de una lengua”.

La mayoría de lingüistas en el Perú sigue la clasificación propuesta por Solís, Pozzi Escot y Fernando García (que ha sido reajustada por Gustavo Solís el 2002).

Es importante señalar que si bien Cerrón nos habla de unas 80 o 90 lenguas indígenas él no se adscribe a la propuesta clasificatoria que el ILV ha propuesto para las lenguas andinas. Así, para el caso del quechua, él ha propuesto una clasificación (puede encontrarse un resumen de la misma aquí) basada en los estudios de Torero.

Pero volviendo al caso de las lenguas habladas en el Perú, la pregunta natural sería: ¿por qué hay tanta discrepancia entre el número de lenguas que da el ILV y San Marcos? Para responder a esa pregunta debemos recordar que el ILV es el sucesor del Instituto de traductores de la Biblia Wycliffe, creado por Cameron Tonwsend con el objetivo de llevar “la palabra de Dios a todos.” Lo que hacía el ILV era traducir Biblias y, además de ello, ejecutaba en los lugares en los que operaba, con anuencia del gobierno, programas de educación bilingüe de transición; es decir, programas en los que se enseñaba a los niños a leer y escribir en sus lenguas y una vez que habían aprendido esas habilidades, se les enseñaba en castellano y se dejaban las lenguas indígenas. Es muy significativa esta cita de un discurso que pronunció Cameron Townsend a raíz del décimo aniversario deL ILV en el Perú, que encontré en un artículo de Lucy Trapnell:

Autorizados por el éxito de las escuelas bilingües, podemos vislumbrar un día cuando los hermosos y complejos lenguajes que hoy estudiamos con tanto afán y encanto hayan desaparecido. El idioma oficial quedará imperante por todas partes como debe ser”

Así pues, el objetivo inmediato del ILV era traducir la Biblia, de ahí el afán por hacer tantos alfabetos como variedades dialectales se encuentran, con la idea de que mientras más “refleje” la escritura la variedad dialectal, más fácil será leerse esa Biblia.

La escritura que plantea el ILV no tiene un afán unificador, es solo una cuestión metodológica: se escribe en la lengua indígena “por ahora”, hasta que se aprenda castellano y la lengua indígena pueda olvidarse. Así vistas las cosas, se entiende porque David Stoll señala que “Los objetivos últimos de las escuelas bilingües fueron convertir a los Aguaruna en cristianos evangélicos y convencerlos de aceptar la colonización” (p.151)

Entender que se está ante distintas lenguas y proponer escrituras para cada una de estas es, como lo señala Cerrón, una muestra: “de viejas tendencias disruptivas alentadas por regionalismos estrechos así como por agentes foráneos (como el ILV) que se empeñan en exacerbar diferencias superficiales allí donde existen áreas de continuidad y unidad supralocales.”

Hemos dado una razón por la que el ILV ha considerado tantas lenguas. Hemos visto también que hay una propuesta clasificatoria de lenguas habladas en el Perú realizada desde las universidades (que se basa en una tradición académica) y creemos que esta propuesta puede darnos un punto de partida para la clasificación de las lenguas, si es que quisiéramos profundizar sobre el asunto.
Es necesaria la investigación dialectológica y es necesario también no perder de vista el hecho de que las lenguas no se clasifican solo por factores internos sino también por factores externos (recordemos que no existen los dialectos como unidades discretas sino un continuum dialectal, nos dice Romaine).

Para terminar, dos cosas:

- la pregunta de Inés Pozzi Escot en el prólogo de su libro el Multilingüismo en el Perú es “¿cómo unirnos en la diversidad si no nos conocemos?; a eso yo le añado, ¿es posible conocer nuestra diversidad si no decimos nada ante el hecho de que existan instituciones como la “Academia Peruana de la lengua” en un país que se asume como pluricultural y multilingüe? Y después nos reímos de que los gringos llamen campeonato mundial de béisbol a ese en el que solo ellos compiten.

- no es verdad que estemos incapacitados para decir cuántas lenguas hay. Es necesario despertar el interés en los jóvenes lingüistas para investigar las lenguas indígenas. Es con ese espíritu que les dejo dos materiales:


Uno de Jon Landaburu (excelente lingüística de quien me he referido en este post) que estudia el asunto de las lenguas indígenas en Colombia y que en su primera parte nos da una panorámica de la tradición clasificatoria:Clasificación de las lenguas indígenas de Colombia y el otro es el Diccionario etnolingüístico y guía bibliográfica de los pueblos indígenas sudamericanos

Buena lectura.

[1] Cuando hablo de lengua indígena me estoy refiriendo a las lenguas que entran en las clasificaciones de la lingüística amerindia. Hago esta aclaración para evitar las confusiones que puede traer para algunos el término indígena.


[2] La caracterización lingüística del quechua es ampliamente conocida: El quechua forma un inmenso continuo dialectal de más de 46 dialectos diferentes agrupados genéticamente en dos ramas. Alfredo Torero (“La familia lingüística quechua”, en: “América Latina en sus lenguas indígenas.”Caracas: Monte Ávila, 1983.) les da los siguientes nombres: Quechua I (o Waywash) y Quechua II (o Wampuy). Esta última, a su vez se divide en tres subramas: A (Yungay), B (Chinchay) y C (Meridional). Adicionalmente propuso una agrupación de las múltiples variedades empleadas en el Perú en siete supralectos según su inteligibilidad mutua.Romaine, S. “La lengua en la sociedad/ la sociedad en la lengua.” El lenguaje en la sociedad. Barcelona: Editorial Ariel, 1996.

Fuente: Insituto Lingüístico de Invierno

2 de abril de 2008

No hay explicación simple para evolución del lenguaje humano

La evolución del lenguaje humano fue mucho más compleja de lo que se desprende de algunos intentos recientes de vincularla a un gen específico, según Robert Berwick, un experto en lingüística computacional del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Algunos investigadores han trabajado en años recientes sobre la idea de que mutaciones positivas en un gen llamado Foxp2 podrían haber desempeñado un papel fundamental en la evolución del lenguaje humano. Eso se basaba en investigaciones que mostraban que el gen parecía estar conectado a la capacidad del lenguaje porque algunas de sus mutaciones negativas producen deterioros específicos de tal capacidad, y porque nuestros parientes evolutivos vivos más cercanos, los chimpancés, carecen tanto de las mutaciones positivas como de la capacidad lingüística. Pero la afirmación de que las mutaciones positivas del gen estén directamente vinculadas al desarrollo del lenguaje tiene muy pocas probabilidades de ser correcta, según Berwick.

En vez de eso, es casi seguro que el lenguaje es el resultado de una interacción mucho más compleja y sutil entre diversos factores, según Berwick, y nunca sería posible vincularlo a cambios genéticos específicos. Incluso definir de manera precisa algo tan complicado como el lenguaje resulta temerario como han dejado claro las disputas continuadas acerca de la relevancia de los resultados de experimentos lingüísticos con monos, loros y delfines.

Es más probable, según Berwick, que el papel del gen Foxp2 en el lenguaje sea de algún modo periférico respecto a la capacidad lingüística en sí misma. Berwick piensa que un enfoque más productivo dentro del estudio de la evolución del lenguaje es el de examinar el fenómeno en cuanto a mecanismos internos y más profundos.

En su propia investigación, Berwick ha comparado la estructura de varios idiomas con la estructura de algunos cantos de pájaros, y ha encontrado conexiones interesantes que podrían llevar a una mejor comprensión de algunos aspectos del lenguaje. Tanto los cantos de los pájaros como todas las lenguas humanas parecen compartir algunas características subyacentes relacionadas con su estructura métrica. Hay un ritmo subyacente que se expresa en la poesía, en la música, y en los cantos de las aves, que podría revelar un aspecto fundamental de cómo nuestros cerebros procesan el lenguaje. En futuras investigaciones, se podría sondear este vínculo más allá, incluso observando posibles conexiones entre otros genes específicos, tanto en pájaros como en humanos, que puedan estar vinculados a este sentido de la estructura métrica.

Finalmente, lo importante es entender que el lenguaje es, en el fondo, algo que se produce dentro de la mente humana y que en última instancia es independiente de cualquier sonido, imagen, o movimiento particular. Se puede expresar la misma construcción mental interior a través del lenguaje verbal, la escritura, o el lenguaje por señas, sin cambiar su naturaleza básica.


Fuente: El Castellano

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