Un reciente estudio describe una especie de mono del Viejo Mundo que parece comunicarse usando reglas simples de gramática. Esto sugiere que la evolución del complejo sintaxis del lenguaje humano pudo haber originado con este tipo de vocalizaciones sofisticadas.
En una de las pocas selvas primarias intactas de África, en el Parque Nacional de Taï en la Costa de Marfil, los monos de la especie de Campbell (Cercopithecus campbelli) encadenan vocalizaciones y llamadas utilizando una rudimentaria estructura lingüística muy superior a la de otras especies.
Muchas especies utilizan mecanismos de comunicación grupal, desde insectos hasta ballenas, pero esta parece ser la primera vez que se observa la asignación de secuencias de vocalizaciones con una estructura definida, o sintaxis, para comunicar datos sobre la naturaleza de eventos específicos.
Una cuestión central es si existe algún tipo de intencionalidad de informar a sus compañeros sobre el evento que han experimentado, o si la reacción verbal es más bien el resultado de simples procesos psicológicos provocados por el evento en sí.
“La asunción por defecto es que los primates no tienen intención de informar a los demás con sus vocalizaciones”, explica Klaus Zuberbühler, de la Universidad de St. Andrew en Escocia, director del equipo que estudió a los monos de Campbell. “Sin embargo, hay varios estudios que discrepan de esta noción”.
El equipo de. Dr. Zuberbühler descubrió que los monos Campbell utilizan hasta seis diferentes tipos de vocalización, con 9 secuencias, dependiendo de la información que quieren comunicar, y que además intercambian los sonidos, y les agregan sufijos, para modificar el mensaje dependiendo de la situación. Es decir, que las combinaciones de sonidos siguen un orden específico.
Muchos estudios sugieren que el complejo sintaxis del lenguaje humano pudo haber originado con este tipo de vocalizaciones sofisticadas. En éste, los investigadores afirman que “podría tratarse del ejemplo más complejo de ‘proto-sintaxis’ en la comunicación animal conocido hasta la fecha”.
Entrevista: Dr. Klaus Zuberbühler
¿La capacidad del mono de Campbell para usar sintaxis y afijar (agregar sufijos) se debe a variables ambientales, culturales, o genéticas?
No sabemos lo que sucede en otras poblaciones, pero probablemente aquí se trata de un rasgo de la especie, es decir, se desarrolla bajo un control fuertemente genético.
¿Podría la evolución de la sintaxis ser más prevalente entre primates, o entre animales en general, de lo que se pensaba? ¿Se hallará más ejemplos de este tipo de evolución?
Sí, es muy posible. Los primates suelen producir secuencias de vocalizaciones, y a veces estas consisten de sonidos con variación acústica. En el pasado, los científicos no han prestado mucha atención a este fenómeno, así que es muy probable que emerjan más ejemplos.
¿Existe en este caso la conciencia del evento y la intencionalidad de comunicarlo a los demás, algo más que una simple respuesta aprendida?
La asunción por defecto es que los primates no tienen intención de informar a los demás con sus vocalizaciones. Sin embargo, hay varios estudios que discrepan de esta noción. Por ejemplo, los monos azules adultos machos hacen más llamadas de alarma cuando su grupo está cerca de lo que sospechan ser un águila que cuando están más lejos, sin importar su propia posición con respecto al depredador (Papworth et al. 2008; Biology Letters). Otro ejemplo es los efectos de su audiencia en chimpancés. Es decir, las víctimas de una agresión exageran sus gritos si hay miembros de alto rango a su alrededor que podrían ayudarle (Slocombe & Zuberbuhler 2007, PNAS). Estos y otros ejemplos sugieren que los primates tienen cierta conciencia de su audiencia cuando vocalizan.
Con señales gestuales la evidencia a favor de señalización intencional es aun más fuerte. Por ejemplo, los chimpancés se posicionan delante de un receptor antes de comenzar a hacer gestos.
¿La habilidad para combinar sonidos del mono de Campbell podría ser aun más extensa de lo que se ha observado?
Karim Ouattara permaneció mucho tiempo observando y grabando los monos de Campbell en la Selva Tai, así que sospecho que hemos descrito los principales patrones, es decir, 9 secuencias. Es cierto que se nos podría haber escapado algo. Sería interesante comparar el comportamiento visto en Tai con otras poblaciones, especialmente si viven en entornos diferentes.
El NY Times dice que el próximo paso será estudiar las reacciones de los monos de Campbell a vocalizaciones grabadas.
Fuente: Tercera Cultural
1 comentario:
Hi... Joel. interesante los comentarios que escriben. :)
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