Empezaré por explorar el minimalismo en su dimensión histórica. Examinaré el origen del pensamiento minimalista en el curso del desarrollo de la aproximación biolingüística (también conocida como 'empresa generativa') y mostraré que una correcta caracterización de la historía del campo apoya al programa minimalista, y que por el contrario, el desconocimiento de las etapas anteriores puede conducirnos a un rápido rechazo del programa en su totalidad. De la misma manera, es importante examinar la naturaleza del minimalismo en su amplitud histórica. Igualmente importante es enfatizar la naturaleza programática de la empresa.
Chomsky no se cansa de señalar en todos sus escritos sobre el minimalismo que el programa minimalista es, como su nombre sugiere, un 'programa', un modo de investigación, y 'no una teoría' (véase p.e. Chomsky 2000a: 92, 2002: 96; y Fitch et al. 2004: appendix). Por eso, Chomsky cree que el minimalismo formula preguntas y sigue las directrices que son suficientemente amplias para llevarse a cabo en muchas direcciones. Esta flexibilidad, esta posibilidad de instancias alternativas del minimalismo, es lo que enfatiza el término 'programa'.
Desde mi experiencia personal, puedo decir que la noción de 'programa' ha sido uno de los más difíciles de transmitir a colegas de otros campos que estaban interesados en aprender sobre minimalismo. Invariablemente, señalan que lo que Chomsky y otros entienden por 'programa' es que todavía no hay respuestas definidas para las cuestiones minimalistas y que si 'programa' se refiere al hecho de que el minimalismo es todavía una teoría en elaboración, entonces no es diferente de otras teorías científicas. Después de todo, no hay nada definido en la ciencia. Sin duda, mi reacción es conceder que mis colegas tienen un punto de vista y que el carácter programático del minimalismo no es del todo diferente del carácter de otras investigaciones científicas que ellos tienen en mente y que mientras no haya un conjunto definido de elementos minimalistas y principios de la gramática, no importa mucho si lo llamamos un programa o una teoría. Después de todo, una rápida mirada a la literatura sobre la teoría, modelos teóricos, programas, etc. revelan que los filósofos de la ciencia, historiadores de la ciencia, y los mismos científicos no han sido consistentes en el uso de esos términos. Pero es importante no perder de vista el hecho (y esto es lo que quiero hacer enfatizando el término 'programa') de que todavía estamos lejos de tener una teoría minimalista en el sentido pleno de la palabra. Este hecho tiene importantes repercusiones por lo que significa investigar en el programa minimalista. Un programa es abierto, puede tomar un largo tiempo para madurar, eso permite a los investigadores hacer un uso máximo de su creatividad en su intento de pasar de las directrices minimalistas a principios concretos, esto deja espacio para múltiples puntos de vista no necesariamente coherentes o compatibles entre sí y eso no puede ser evaluado en términos de verdadero o falso, sino en términos de fecundo o esteril.
El filósofo e historiador de la ciencia Imre Lakatos (1970) propuso un modelo de la naturaleza de la investigación científica que trascendió las inherentes dificultades en las muy conocidas aproximaciones de Popper y Kuhn. Lakatos ubicó el término 'programa' en el corazón de su modelo y afirmó que los programas abarcan un laberinto o un océano de posibles teorías. Los programas son caracterizados por un núcleo que otorga la esencia del programa- la idea, o ideal, que persiste más allá de la suerte de las teorías cuando ellas se encuentran con los hechos. Para garantizar su supervivencia, este núcleo es protegido por una envoltura de hipótesis auxiliares. De acuerdo con Lakatos, es la presencia de las hipótesis auxiliares la que permite que el núcleo del programa sobreviva, incluso frente a la falsación empírica. Si una predicción falla, uno no necesita abandonar el programa en su totalidad, como lo harían algunos ingenuos falsacionistas. Más bien, nuevas hipótesis auxiliares tiene que ser llamadas para 'salvar los fenómenos'. Lakatos expresó claramente la idea de que los programas no son refutados o falsados: ellos solo dan lugar a la heurística positiva o negativa, modos fecundos o estériles de descubrimiento. Si el programa falla consistentemente da lugar a nuevas predicciones o al descubrimiento de nuevos hechos, o a un mejor entendimiento de descubrimientos previos, que progresivamente se degenera. Eso no lleva a ningún lugar y por lo tanto se abandona.
Yo adopto la caracterización de programas de investigación de Lakatos e intento definir el nucleo del programa minimalista en la teoría lingüística. Esto es, trato de enumerar lo que cada trabajo realizado bajo la rúbrica del minimalismo debe ratificar, ya sea implícita o explícitamente. Partiendo de que la idea central del minimalismo no es de naturaleza técnica, es posible introducir aspectos clave del programa con conceptos relativamente sencillos y sin demasiada jerga. Lo que espero es que el lector pueda tener una idea de las motivaciones detrás de la investigación actual en lingüística que trata de articular el programa minimalista. Al hacerlo, también trato de ir más allá de la caricatura del minimalismo que puede encontrarse en numerosas publicaciones. Consideremos, por ejemplo, Radford (1997:515), quien en su extenso y detallado libro de introducción al programa minimalista define al minimalismo como 'una teoría de la gramática...cuya hipótesis principal es que las gramáticas deberían ser descritas en términos de el conjunto mínimo de aparato teórico y descriptivo necesario'. Si este fuera el núcleo del minimalismo, Occam sería la figura central de la lingüística moderna, y los outsiders verían en el campo poco más que una formulación de la ciencia responsable. Nadie podría racionalmente objetar a un programa-ni, supongo, nadie podría esperar estar particularmente emocionado por él. En efecto, los outsiders tal vez se pregunten razonablemente si los enfoques de la gramática previos al programa minimalista estaban haciendo verdadera ciencia. Creo que lo que precedió al programa minimalista fue verdadera ciencia, y pienso que el minimalismo es particularmente emocionante, por lo que la caricatura que acabamos de mencionar es solo eso: una burda simplificación, que debe ser corregida para que no se engañe a nadie. Una manera de ir más allá de la caricatura es tomar la esencia o el núcleo del programa minimalista y ver qué impacto tendría, si fuera cierto.
*Traducción de "How to approach minimalism"en Linguistic Minimalism de Cedric Boeckx
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