4 de julio de 2008

El increíble lenguaje de la tribu de los pirahãs

Joel Armando Zavala Tovar
Encontré una interesante referencia a la lengua de los pirahas en el interesante blog La Era de la Blogudez. Esta lengua se caracteriza por no presentar colores, pronombres, tiempos verbales y oraciones subordinadas y, por si fuera poco, solo tiene 8 consonantes. Everett, lingüista de la Universidad de Manchester es uno de los mayores investigadores de esta lengua y se ha valido de las evidencias de ésta para criticar algunos de los postulados propuestos por Noam Chomsky en el marco de la gramática generativa, como la idea de" recursividad", por ejemplo, pues, esta lengua, como dijimos anteriormente, no tiene oraciones subordinadas. Idea que a su vez atentaría contra el postulado de la existencia de una gramática universal, pues, de acuerdo con Chomsky, la "recursividad" es una propiedad de todas las lenguas.

Vean el artículo completo publicado en el diario El Mundo.es:

El idioma más simple y extraño jamás escuchado de entre los cerca de 6.000 que se hablan en el mundo vive en el Amazonas. Tan rara es la lengua de los pirahas, una tribu de apenas 200 individuos que habitan en la ribera del río Maici, que, de confirmarse las observaciones de Daniel Everett, profesor de fonética y fonología en la Universidad de Manchester, supondrá el final del reinado de la teoría de la gramática universal de Noam Chomsky, bajo la cual se han criado los lingüistas de medio mundo.

Sin números, sin pronombres, sin colores, sin tiempos verbales, sin oraciones subordinadas y con sólo ocho consonantes —siete en el caso de las mujeres— y tres vocales, los Pirahãs consiguen comunicarse. "Hablo bien su idioma y puedo decir cualquier cosa que necesito, sujeto únicamente a las limitaciones expuestas", asegura en sus escritos Daniel Everett, que ha vivido durante más de 25 años entre estos indígenas.

Las investigaciones comenzaron en 1977 cuando Everett navegaba el río Maici y contactó con unos individuos que se comunicaban "cantando, silbando, tarareando".

Lo que oía era tan diferente a cualquier otra cosa, que este lingüista en misión evangélica decidió quedarse a vivir entre los indígenas, con su mujer y sus tres hijos. Sus descubrimientos a lo largo de estos años son fascinantes. Los Pirahã no sólo carecen de números en su idioma, sino de cualquier término que implique contar, es decir, no hay palabras para ‘todo’, ‘cada’, ‘mayoría’ o ‘algunos’. Es más, a petición de los propios indios, los Everett trataron durante más de un año enseñarles a contar hasta diez en portugués, para facilitar sus relaciones con los comerciantes del río.

Tras ocho meses, de lecciones, los propios Pirahã abandonaron. Ninguno fue capaz de contar más de tres, ni responder correctamente a sumas de uno más uno o tres más uno. "Tenemos la cabeza diferente", dijeron entonces los indios. Tan diferente, que se llaman a sí mismos "cabezas rectas", mientras los extranjeros son para ellos "cabezas torcidas".

En la cabeza recta de los Pirahãs no caben los colores, ni los tiempos verbales, ni la ficción, ni cualquier otro idioma. Son monolingües a pesar de tener contacto con colonizadores y tribus de origen Tupí-Guaraní desde hace más de 200 años. La ausencia de tiempos verbales, de pretéritos o futuros, influye probablemente en la ausencia de cualquier conciencia histórica, en la inexistencia de cualquier dios o mito de creación, y hasta en la formación del sistema de parentesco más simple jamás documentado. "No hay entre los Pirahãs memoria individual o colectiva más allá de dos generaciones y ninguno es capaz de recordar los nombres de sus cuatro abuelos", escribe Everett.

Respecto a Dios, tampoco les entra en su cabeza. "¿Quién creó las cosas?", les preguntó Everett. "Todo es lo mismo", respondieron los indios, queriendo decir, siempre según el estudioso, que nada cambia y por lo tanto nada fue creado.

Por último, y quizá más importante para los lingüistas, los Pirahã parecen incapaces de crear oraciones subordinadas, carecen de lo que Chomsky llama ‘recursividad’. Sin esa capacidad recursiva, que básicamente consiste en poder intoducir oraciones en otras oraciones sin límite, la lengua Pirahã es incapaz de crear, abstraer, generar otras ideas más allá de la experiencia. La recursividad había sido hasta ahora identificada en todos los idiomas y Chomsky la consideró un elemento clave del cerebro humano, lo que le llevó a afirmar que existe una ‘gramática universal’, una misma manera en que todo los humanos utilizamos el lenguaje.

"Restringen la comunicación a la experiencia inmediata", explica Everett. Dicho de otro modo, los Pirahã serían unos empiristas radicales, apologetas del ‘carpe diem’, incapaces de abstraerse y crear ficciones. De hecho, carecen también de arte, pintura o escultura.

Ante tantas "limitaciones" del lenguaje de los ‘cabezas rectas’, es inevitable preguntarse si no es una discapacidad lo que define a estos indios. "Nadie debería extraer la conclusión de que el lenguaje Pirahã es primitivo —escribe Everett—. Tiene la morfología verbal más compleja de la que yo sea consciente y un perturbadoramente complicado sistema prosódico. Los Pirahã son la gente más brillante, agradable y divertida que conozco. La ausencia de ficción formal, mitos, etcétera, no significa que no jueguen, mientan o no puedan hacerlo. De hecho, disfrutan mucho haciéndolo, particularmente a mis expensas, siempre con buena intención. Cuestionar las implicaciones de la lengua Pirahã para el diseño del lenguaje humano no equivale a cuestionar su inteligencia o la riqueza de su conocimiento y experiencia cultural".

Quienes han comenzado a cuestionar el trabajo de Everett, en especial tras la publicación de un artículo en la revista 'New Yorker', son otros lingüistas, sobre todo los discípulos de Chomsky del Massachussets Institute of Technology, que le acusan de elaborar no una teoría sino una hipótesis que definen como "científicamente frágil", además de publicar datos y conclusiones que discrepan con las de otros investigadores.

26 comentarios:

Carlos Raul Molina dijo...

Muy interesante artículo! Pero, sinceramente, es muy probable que lo que Everett está diciendo no sea cierto.

No porque yo sea chomskiano, sino porque en sus descripciónes (al menos, como El Mundo las reseña) se puede entrever esa fascinación por los rasgos exóticos y excéntricos que ciertas lenguas tienen. La idea de que hay lenguas sin tiempo verbal estaba propuesta por Whorf sobre el Hopi, pero (como está claramente expuesto en "El instinto del lenguaje" de Pinker) todo ha resultado ser una distorsión de los hechos.

Es interesante, sin embargo, que se mencione el caso de la recursividad. Chomsky ha defendido recientemente (no recuerdo el artículo, pero debe ser uno del 2005 publicado en Science junto con otras dos personas) que la facultad del lenguaje puede definirse esencialmente por la recursividad. Sin embargo, el mismo Derek Bickerton, o sea, un chomskiano partidario de la gramática universal (en una conferencia en Rice University en marzo del 2008) mostró que lógicamente la iteración (o sea el uso de conjunciones) puede fácilmente reemplazar la noción tan básica de recursividad tal y como plantea últimamente Chomsky.

Es decir, no es necesario buscar evidencia de "exóticas lenguas" para suponer que la gramática universal no es necesariamente un núcleo duro instalado genéticamente en el cerebro.

Muy interesante post.

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Hola, Carlos. Te doy la razón en lo que dices, justamente cuando empecé a leer este artículo negué la posibilidad de que esta lengua no tenga manera de expresar la recursividad y, en mi caso, lo digo porque soy chomskyano. Además no critiqué mucho el artículo, porque me hubiera gustado tener datos de dicha lengua para poder analizarlos. Por otro lado, no es necesario ser discípulo de Chomsky para suponer que esa recursividad se expresa mediante otros procesos lingüísticos, entiéndase sintácticos, fonológicos, morfológicos.
En relación con el artículo de Chomsky, debe ser el que escribió junto con Fitch y Hauser, hay una parte llamada Syntax donde menciona la lengua piraha y critican la posición asumida por Ray Jackendoff y Pinker (la misma de Everett, de que algunos lenguajes del mundo tal vez no tengan evidencia de recursión, aunque precisan que no ahondarán en el debate.
Saludos Carlos, en mi próximo post reproduciré la parte de Syntax que se encuentra en dicho artículo, si ya lo tienes, bien, sino me puedes escribir al correo para que lo puedas leer. Un gusto.

Joe.

Anónimo dijo...
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Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Hola Joel y Carlos

En efecto, hay muchas personas que han criticado las descripciones del pirahã hechas por Everett. Por ejemplo, este artículo de Nevins, Pesetsky and Rodrigues (2007). Everett, por supuesto, se ha defendido.

Ahora bien, debo rechazarse tajantemente la insinuación que hace Carlos acerca de que Bickerton de alguna manera sostiene que "la gramática universal no es necesariamente un núcleo duro instalado genéticamente en el cerebro". La conferencia de Bickerton está aquí, y cualquiera que la lea puede ver claramente que dice exactamente lo opuesto. Cito:

The apparent fitting of one structural element (NP or S) inside another of the same type is simply epiphenomenal, arising from the fact that (other than those imposed by individual lexical items) there are absolutely no restrictions on iterative process that generates sentences, which is also undetermined by prior applications of that process.
Does this mean that there is no unique biological basis for language, no universal grammar? Certainly not.

La objeción de Bickerton no es a Gramática Universal. Ni siquiera es una objeción a la existencia de recursividad. Lo que objeta Bickerton es que exista un mecanismo primitivo de recursividad, es decir, que la patente recursividad del lenguaje (poniendo el pirahã a un lado, hasta confirmar los datos), y de la sintaxis en general, no es primitiva sino que deriva de un mecanismo más sencillo. No hay novedad en esto, realmente, excepto por un detalle muy interesante, que Bickerton ya había expuesto hasta la saciedad en Language and Species. Bickerton afirma que el lexicón es indispensable para la sintaxis, es decir, que sin léxico no hay sintaxis. La sintaxis no es pues un mecanismo aislado, sino un proceso derivado de la interacción entre el léxico y la operación Merge (propuesta por el mismo Chomsky).

El debate entonces no es si Gramática Universal existe o no, sino cuál es su arquitectura.

Carlos Raul Molina dijo...

Hola Joel, hola Miguel. Ciertamente en mi post anterior jamás dije que Bickerton no estuviera a favor de la grmática universal como un componente innato. Eso ni pensarlo, gracias justamente a Miguel, pude leer el "Lenguaje y especies" de Bickerton y por esa razon es que, entre todas las conferencias que se presentaron en este simposio, la de Bickerton fue una de las que ni loco me hubiera perdido.

Aquí les dejo el link con todas las conferencias (documentos completos)

http://www.ruf.rice.edu/~eivs/sympo/program.html

Entonces, lo que dice Miguel es cierto y no afecta en nada lo que yo he dicho, que fue que para dar argumentos en contra de la gramática universal no se necesita (aunque sería extraordinario si existiese, claro) una lengua "exótica" sin rasgos universalmente adjudicados a la "facultad del lenguaje". Nunca dije que Bickerton sirviera para argumentar en contra de ella.

Es más, la discusión en el simposio se dio exactamente por ese lado: el texto de Bickerton, como bien señala Miguel, solo sirve como un refinamiento o aclaración a la más reciente postura de Chomsky, mientras que el resto de la audiencia (confesamente antigenerativista, ya que Rice es una de las pocas universidades donde la lingüística cognitiva y el funcionalismo priman como corriente de investigación) debatía con Bickerton las implicancias de no llevar su crítica hacia su lado (de hecho, Bickerton fue un verdadero caballero en la discusión y defendió su idea del "bioprograma" de la mejor manera).

Para un crítica mucho más interesante, desde el mismo campo del generativismo tenemos a los "revisionistas" Pinker y Jackendoff. En el caso del primero, su "The Stuff of Thought" está increíblemente influido por la teoría de Lakoff; y aunque el mismo Pinker se esfuerce por criticarla acremente, es evidente que la noción de gestalt lingüístico que Lakoff usara ya desde fines de los 70's está dirigiendo mucho de los análisis semánticos en esta nueva obra. En el caso de Jackendoff, pues su obra se ha acercado muchísimo a la gramática de la contrucción de Goldberg (que es un derivado de la obra de Lakoff, su antiguo rival de la "Guerra de la lingüística"). Sobre eso, es clarísimo que la crítica de su "Simpler Syntax" está dirigida al sintactocentrismo chomskiano (es decir, la ortodoxia generativista).

Finalmente, la idea de Miguel sobre dónde su ubica el debate es interesante: para los generativistas es una cuestión de la arquitectura del lenguaje; pero para los que no somos generativistas, el problema está en la arquitectura de la mente y del lenguaje como parte integral de esta.

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Bueno, Carlos, gracias por aclarar tu comentario.

No comprendo muy bien cuál es la diferencia entre el debate que planteas entre la arquitectura "de la mente" y "del lenguaje". Obviamente cualquier debate sobre la arquitectura del lenguaje es también un debate sobre la arquitectura de la mente.

No es cierto que la Gestalt "lingüística" sea un invento de Lakoff. La psicología de la Gestalt es bastante vieja (al menos desde los años treinta, e incluso hay antecedentes anteriores). Tampoco es cierto que la Gestalt sea un elemento ajeno al generativismo, ni nuevo para Jackedoff (ya la usa en su tesis doctoral, y en varios de sus libros). Desde siempre se ha reconocido que la Gestalt es una teoría enteramente compatible con el generativismo. Existe cierto desencuentro entre la semántica veritativo-funcional (el modelo de Montague, esencialmente) y la Gestalt. Pero el propio Jackendoff ha sido desde el inicio un opositor a la semántica veritativo-funcional, así que no veo la novedad.

No existe ni nunca ha existido un sintactocentrismo chomskiano. El hecho de que Chomsky haga principalmente sintaxis no es sino un hecho sociológicamente interesante, que nada dice acerca de la contribución de los otros componentes del lenguaje. No se puede pedir a alguien, por más genial que sea, que haga todo. Y claro que existen muy importantes teóricos chomskianos que no hacen sintaxis (sino fonología o semántica, por ejemplo).

Lo que Chomsky señala es que la sintaxis es necesaria, es decir, que no se puede reducir a los otros componentes del lenguaje. De hecho, ha señalado varias veces que la sintaxis es un componente bastante menor, crucial, pero simple y más pequeño que los demás.

Carlos Raul Molina dijo...

De nuevo, estoy mayormente de acuerdo con lo que dice Miguel. Pero claro que hay que hacer algunas aclaraciones.

Las ideas de la gestalt son bastante antiguas, eso creo que es de todos conocido, a lo que me refiero es que la La relación entre las ideas de la gestalt y la lingüística. Al menos, hasta donde yo sé, una de las primeras aplicaciones de esta teoría a la lingüística está en el trabajo de Lakoff de 1977 llamado "Linguistics Gestalts". Claro está que aproximadamente por el mismo tiempo, Jackendoff ya estaba trabajando con ideas similares para oponerse a la semantica veritativo-referencial. Justamente eso es lo que, en lo particular, yo rescato de Jackendoff: su interés por ligar (al menos una parte) de la "competencia lingüística" a los procesos cognitivos generales (como hizo cn "Semantics and Cognition").

La novedad de Lakoff (y otros como Fillmore o Langacker) está en que la gestalt se aplica a construcciones gramaticales, y no solo a lo que es el significado.

Ahora, que "nunca haya existido" el sintactocentrismo chomskiano, pues eso mi estimado Miguel, no es cierto. La idea de que la facultad del lenguaje, lo que es privativo a esa facultad o su elemento más esencial, ha sido definido como la sintaxis desde Estructuras sintácticas (y su rechazo bloomfieldiano a cualquier explicación conceptual de los elementos gramaticales). Obviamente, Chomsky ha cambiado mucho su teoría con el paso de los años, pero el elemento sintáctico, por más reducido que esté (como ha quedado hoy en día a su rasgo de recursividad y a la operación "fundir" (merge)) sigue siendo para Chomsky el centro del lenguaje. Eso no creo que los mismos generativistas lo puedan negar. Si no, pues como dicen, ¡mejor apagamos la luz y nos vamos todos!

Finalmente, es claro que no se le puede pedir a una persona, por más genial que sea (como Chomsky mismo es) que se haga cargo de todo, como bien señala Miguel. Sin embargo, la crítica que hice no va por el lado de lo que Chomsky, como persona haga o deje de hacer (si le gusta la sintaxis, pues excelente, ese es su terreno y ahí la hace linda). El problema está en que como teoría, el generativismo tiene un programa en el que la división de las facultades lingüísticas es una asunción de base que no se ha revisado según otras evidencias (como por ejemplo las que proponen Karmiloff Smith, Elizabeth Bates o Michael Tomasello).

Por eso es que decía yo que el problema no es la arquitectura del lenguaje "per se", en aislamiento, sino cómo la arquitectura del lenguaje está incorporada a la arquitectura de la mente como una de sus funciones, no como uno de sus módulos.

Pero eso es otra historia, que creo no estaría ya en discusión sobre este post.

Saludos!

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Hola Carlos y Miguel.

He entendido perfectamente las ideas que han precisado en este post. La primera sobre la arquitectura del lenguaje y la crítica de Bickerton sobre si realmente la propiedad de recursión existe como un mecanismo primitivo. Segundo, que el debate sobre la arquitectura de la mente es también un debate sobre la arquitectura del lenguaje, aunque sería interesante ver la diferencia entre la propuesta fodoriana y la chomskyana (mente y lenguaje, respectivamente) por más sutil que sea y tercero, sobre el sintaxiscentrismo al que hacía referencia Carlos y frente al cual también expreso mi rechazo, sin explicar mucho, como ya lo hizo Miguel, creo que podemos darnos cuenta de esto en el modelo de Principios y Parámetros y la relación que tiene la sintaxis con el sonido y el significado o la relación entre sintaxis y significado en las estructuras léxico conceptuales (Jackendoff) o las estructuras léxico racionales (Keyser y Hale), si algunos hablaban de sintaxiscentrismo como la autonomía de la sintaxis.

Gracias por los comentarios, saludos.

Joe.

Nila dijo...

querido Joel,
hay una "parodia" al piraha en el blog de Lev Michael

http://anthroling.wordpress.com/2008/05/08/cultural-constraints-on-aharip-grammar/

un beso

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Hola, Nila.

Gracias por el vínculo, acabo de leer la parodia de Lev Michael que menciona a Everett. Además de la respuesta que te dio sobre el samingo, jejeje.

Un abrazo, Nila.

Joe.

Anónimo dijo...

Interesantes los comentarios, en especial los de Miguel y los de Carlos.

Yo creo que el FOCO de la discusión para unos no necesariamente coincide con el FOCO de la discusión para otros (quizá el 'BACKGROUND' sea el mismo: en esto, disculpen, no puedo renunciar a mi realismo 'platónico').

Los que defienden la Lingüística Cognitiva se concentran en lo que ellos llaman la 'arquitectura de la mente', en un sentido claramente holístico, global.

Los chomskianos se concentran en lo que ellos llaman la 'arquitectura' del lenguaje, en un sentido específico.

Hay, sin embargo, un asunto, un trasfondo común, que hace posible la discusión, más allá del modo de enfocarla que tiene cada uno: a fin de cuentas es la mente y el lugar que tiene el lenguaje en ella.

Creo que de Saussure nos puede ayudar a darle mayor coherencia a todo esto: la mente, entre otras cosas, nos permite relacionar significantes y significados (hasta ahí, todos, chomskianos y cognitivistas, estamos de acuerdo). A esto se lo puede denominar 'facultad semiótica' o lo que sea (en el fondo no es muy importante). Para de Saussure y seguidores (pasando por una lista muy destacada que incluye a nombres como Hjelmslev, todo Praga y, salvando las distancias, los propios cognitivistas de la tribu de Lakoff) el lenguaje es una manifestación de la 'facultad semiótica'. Dicho así no más, no parece que incluso despierte oposición de parte de chomskianos.

El punto de quiebre, sin embargo, es este: para saussureanos y lingüistas cognitivos basta hablar de una facultad de carácter general, que solo se manifiesta de modo distinto debido a los distintos sistemas sensorio-motrices a través de los cuales se puede manifestar: sistema perceptual-auditivo, sistema motor-fonador, sistema perceptual-visual, sistema motor-manual, etc.

Ahora, la arquitectura específica que exista entre la facultad semiótica, de carácter general (cuya forma no han dejado muy clara las diversas propuestas 'holísticas'), y los sistemas sensorio-motrices, no es asunto de coincidencia entre los saussurianos clásicos (de hecho, fue uno de los puntos 'de quiebre' entre Hjelmslev -este último bastante cercano al 'espíritu' chomskiano- y la Escuela de Praga) y tampoco es asunto de coincidencia entre los distintos lingüistas cognitivos hoy en día.

Para Chomsky y seguidores, existe una forma específica que caracteriza a lo que está 'detrás' de los sistemas sensorio-motrices: la propiedad de recursión, que Chomsky pretende subsumir en la idea de 'Merge'. Esto es todo lo que queda de la 'autonomía de la sintaxis' de los años 50 (a veces, la preeminencia que da Hjelmslev a la 'Forma' sobre la 'Materia' -la 'Sustancia' es la 'Materia' ya 'informada'-, más allá de la evidente filiación aristotélica y kantiana de la idea, me hace recordar mucho a Chomsky).

Creo, sin embargo, que el 'punto de quiebre' no es un abismo 'insalvable' y que es posible aventurar otro entendimiento de las cosas. Por coincidencia, la idea chomskiana cubre el vacío que suelen dejar las propuestas 'holísticas'. Me explico. Si se admite alguna facultad, aunque sea 'general', esta debe tener alguna FORMA. Si la idea de raigambre empirista que no pocos lingüistas cognitivos tienen (y que el propio genial Piaget no pudo desterrar del todo) es insatisfactoria, a saber, que lo general surge de las meras operaciones concretas propias de los sistemas sensorio-motrices (el Conexionismo ha tratado, a mi juicio infructuosamente, de darle mejor categoría a esta pretensión), esa facultad 'general' debe tener otra naturaleza. La idea de Chomsky es, por qué no, una propuesta posible.

Aún así, hay una serie de cuestiones que podemos plantear frente a ella. Para empezar, 'Merge' y 'Recursión' no son idénticos (me parece que Chomsky no pretende tal cosa), sino más bien 'Recursión' es una propiedad de 'Merge'. Las cuestiones (que planteé como comentario en otro blog: http://blogit.helsinki.fi/homunculus/1-04_the_generativity_hypothesis.htm) son:

(1) ¿Cómo se deriva la propiedad de recursión de 'Merge'?

(2) ¿Es 'Merge' una computación específica del lenguaje? Aparentemente no: otros sistemas (y no solo 'semióticos') la incluyen (matemática y música, pero también la elaboración de herramientas, la navegación, las habilidades sociales, etc., y, lo más interesante, facultades que presentan otras especies, como el canto de los pájaros, por dar solo un ejemplo). Si 'Merge' ha llegado a ser el 'núcleo duro' de 'la Facultad del Lenguaje en el sentido estricto' (FLN por sus siglas en inglés), ¿por qué es tan específicamente característica del lenguaje humano? Incluso si la recursion fuera ese 'toque peculiar', esto no responde por sí mismo la cuestión planteada en (1). ¿No sería más adecuado postular que el lenguaje es una manifestación de una capacidad más amplia -la Facultad Semiótica- (en un sentido saussureano, pero al estilo 'chomskyano') y que 'Merge' y la propiedad de recursión son parte de ella?

(3) ¿De qué depende la modularidad? ¿Está Merge/Recursión afincada en el 'núcleo duro'? Si Merge/Recursión fuera la piedra angular de la modularidad del lenguaje, ¿cuán modular es una facultad cuya principal característica computacional es compartida por otros sistemas? ¿No sería mejor postular que la modularidad depende de los sistemas de interface (los dispositivos sensorio-motrices y conceptual que implementan el lenguaje)? Esto abonaría en favor de una imagen del languaje más cercana a la de Ferdinand de Saussure (el modelo de la 'redescripción representacional' de Annette Karmiloff-Smith es un modo de explicar las cosas de esta manera). Dicho de otro modo: Piaget, pero 'a la Chomsky'.

En teoría, podemos hablar de modularidad en dos sentidos: modularidad del 'núcleo duro' y modularidad de interface. Si la modularidad del 'núcleo duro' estuviera ausente en el Lenguaje, esto no elimina per se la posibilidad de un dispositivo computacional innato como Merge/Recursión: tan solo minimiza la Modularidad a sistemas de interface.

Otra posibilidad es que Merge/Recursión viene conectada 'de fábrica' en los sistemas de interface y que tal propiedad es esencial del lenguaje humano (mera especulación: no es Foxp2 lo que en materia lingüística nos hace 'únicos', al parecer porque muchas otras especies lo poseen, sino alguna mutación que tramó el 'cableado' entre Merge/Recursión y los sistemas de interface). No todos los sistemas semióticos tienen que mostrar necesariamente esto. Y eso sería 'esencial al núcleo duro' mas no 'quintesencial' (en un sentido, digamos, 'aristotélico').

Otras características específicas se derivarían de la arquitectura específica de los sistemas de interface humanos.

Frido Martín

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Muy interesante el comentario de Frido. Algunas observaciones.

La autonomía de la sintaxis no puede entenderse (y nunca se ha entendido) como la idea de que la sintaxis es de algún modo "core" en el lenguaje.

Hay dos problemas con esa idea. La primera tiene que ver con lo que se entiende por "lenguaje". Chomsky en los 50 adopta una definición operativa de "lenguaje" (o quizá deberíamos decir, en este caso, "lengua", así que digamos L): una colección de oraciones. L es una colección infinita de oraciones. Una gramática G debe generar (solo) L, es decir, debe explicitar las reglas R que derivan L. Las R son axiomáticas.

Chomsky 1957 dice esencialmente una cosa: hay algunas R que lo único que hacen es operar sobre otras R. A eso se llama la autonomía de la sintaxis. Un ejemplo tradicional:

R1: S
R2: S --> FN FV
R3: FN --> Det N
R4: FV --> V FN
R5: Det --> el
R6: N --> viento
R7: V --> dobló
R8: N --> árbol

Noten que R1-R4 tienen un caracter distinto a R5-R8. Esencialmente, estas últimas cierran la derivación. Eso es todo.

A esta gramática de juguete le faltan muchas cosas para ser una adecuada G---a enriquecer (y simplificar) este modelo se han dedicado los últimos 50 años de Gramática Generativa. Las concepciones de lo que era una regla posible han variado mucho (de "regla específica" a "principio", por ejemplo). Pero no veo yo que haya modificado la idea central: hay reglas que operan sobre otras reglas.

Nadie ha sugerido nunca la idea de que no exista interacción entre el lenguaje y el resto de la cognición. Ni siquiera Fodor hace eso. La idea de que la mente es modular lo único que hace es dar forma a esa interacción, no la prohíbe. La idea de que los módulos son autónomos lo único que quiere decir es que una regla Rm del módulo M no puede afectar la aplicación de una regla Rn del módulo N. Por ejemplo, no existen reglas de este tipo: (i) "el sujeto concuerda con la primera palabra que tenga tres sílabas" o (ii) "muévase a la izquierda la frase nominal si se refiere a un objeto amarillo".

Nótese que esta es una condición sobre la arquitectura de la gramática. NO es una predicción sobre si (i) y (ii) puedan describir una situación determinada en una lengua concreta. No sé yo que haya lenguas que puedan ser descritas con (i) o (ii), pero si existieran, eso no cuestiona necesariamente la autonomía de los módulos. Por ejemplo, es posible que en una lengua las palabras de tres sílabas o las que se refieren a objetos amarillos estén léxicamente marcadas con un rasgo X, legible en la sintaxis, que activa la concordancia o el movimiento---y como espero sea claro, si tales lenguas existieran, el lingüista que las analice debe proveer evidencia independiente de la existencia del rasgo X, no simplemente asumirlo. En otras palabras, la arquitectura propuesta se debe justificar empíricamente.

Una cosa más.

No se debe confundir "autonomía" con "especificidad". Son dos conceptos diferentes. Los módulos pueden ser autónomos incluso si contienen elementos comunes---y viceversa: es en principio imaginable que algo sea específico sin que sea autónomo.

En ese sentido, no es claro por qué es un problema que la recursión aparezca en otros sistemas. La recursión es una propiedad matemática, que aparece inclusive fuera del mundo mental (por ejemplo, pongan un espejo frente al otro, y verán un caso de recursión; otro caso son las múltiples apariciones de los números de Fibonacci, etc, etc). En otras palabras, la recursión ni siquiera es específica a los procesos mentales.

Cuando Chomsky habla de la recursión como específica al lenguaje no se refiere a que la propiedad matemática que llamamos recursión se encuentre solo en el lenguaje. A lo que se refiere es a la posibilidad de que exista un mecanismo autónomo en la mente que efectivamente posibilite la recursión lingüística. En otras palabras, que cuando el sistema conceptual quiere decir algo, selecciona un conjunto de elementos léxicos y que los envía a un determinado lugar en la arquitectura (a una "cajita" en un flujo), donde automáticamente se organizan en estructuras jerarquizadas.

La idea de que existe una (meta)facultad semiótica no es descabellada. Sin embargo, creo que es una mera distinción terminológica. Es más, creo que es el uso de "lenguaje" en su sentido más amplio, que involucra todo: nuestras creencias, nuestras intenciones, nuestros mensajes, además de la gramática. Algunos sugieren que hay recursión en la música, por ejemplo. ¿Significa eso que la recursión está disponible fuera del lenguaje?¿O que la música tiene acceso al lenguaje? Es una cuestión empírica.

Cualquiera que sea el resultado, no va a afectar el hecho de que un mecanismo recursivo tiene que ser autónomo. Es decir, no va a ocurrir algo como lo siguiente:

R1: FN --> N PP
R2: FP --> P FN (solo con objetos amarillos, de lo contrario, P Juan).

Mientras R2 sea una regla imposible, la sintaxis será un componente irreductible del lenguaje (sea lo que sea que entendamos por "lenguaje").

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Frido y Miguel.

Gracias, nuevamente, por los comentarios. Me parece interesante lo mencionado por Frido sobre la relación entre significados y significantes a través de la facultad semiótica, pero creo que esa es una tarea exclusiva de la facultad lingüística (en el marco minimista, lo que vendría a ser pi y lambda).

Por otro lado, tomando la consideración de diferenciar Merge de Recursión (con lo que sí estoy de acuerdo, ¿cómo se encuentra Merge en otros sistemas? Lo de Recursión es evidente que aparece en otros sistemas, existen ejemplos (como los mencionados por Miguel) de los cuales rescato la serie numérica de Fibonacci, pues, hay propuesta de explicación de sistemas naturales a través de este mecanismo de recursión (como menciona Uriagereka referiéndose a la complejidad), pero sigo creyendo que Merge es exclusivo a la facultad lingüística, no hay evidencia, hasta donde sé, empírica para negarlo.

Por último, como mencionó Miguel, no se debe confundir autonomía con especificidad. Existen dos tipos de autonomía, funcional y formal. La primera se refiere a el funcionamiento independiente del sistema central frente a los sistemas modulares, en tanto que, la autonomía formal, se entiende como la intervención de otros módulos en el sistema central, pero que no afectan su independencia. En cambio, la especificidad se refiere al conjunto de computaciones únicas que tienen lugar en un determinado módulo, así por ejemplo, la facultad lingüística es incapaz de interpretar representaciones visuales.

Joe.

Carlos Raul Molina dijo...

Una de las frases que Miguel pone en su último comentario me ha dejado pensando. Él dice: Nótese que esta es una condición sobre la arquitectura de la gramática. NO es una predicción sobre si (i) y (ii) puedan describir una situación determinada en una lengua concreta. No sé yo que haya lenguas que puedan ser descritas con (i) o (ii), pero si existieran, eso no cuestiona necesariamente la autonomía de los módulos. Entonces, ¿qué podría falsear la hipótesis de que la mente es modular? ¿Existirá alguna situación que haga falseable en términos popperianos una hipótesis así? Y si no hay una forma de falsear una hipótesis, entonces esta no es propiamente científica, sino dogmática.

Otro punto que es criticable es asumir que la recursión como conocimiento es una propiedad cognitiva general como en el caso de las matemáticas. El conocimiento de las matemáticas en términos de recursión o infinitud no es algo que aparezca en todas las culturas del mundo. Las matemáticas son un producto cultural, una abstracción que si bien tiene propiedades universales, no es necesariamente una capacidad cognitiva universal que siempre se manifieste en todas las culturas.

Por otro lado, la argumentación de Miguel sobre la autonomía de las reglas sintácticas se basa en que existen restricciones sobre cierto tipo de información (como el color de las cosas o su naturaleza de martillo, etc.). Sin embargo, lo que impide que esta forme parte de las distinciones sintácticas es una cuestión que no requeriría de una postura autónoma: por razones comunicativas puede resultar absolutamente incongruente especificar la propiedad "objetos amarillos" o ser martillo como parte de las reglas gramaticales. Basta con asumir que existen distinciones más productivas funcionalmente. Por ejemplo, es mejor tener distinciones que nos permitan establecer el foco de la conversación que tener distinciones para marcar objetos amarillos en las oraciones. Sin embargo, todavía es posible ver cierto tipo de información que aparece en formas gramaticalizadas como los numerosos términos de respeto en japonés, ¿qué se dice sobre estas formas en tanto partes de la gramática del japonés? ¿Son características modulares o son "excepciones" que tienen cierto valor gramatical más extrínseco. Sin ir muy lejos, la gramática del español tiene la forma "usted" como parte de las reglas del lenguaje: el respeto, la diferencia de edad o la jerarquía social son elementos que se deben marcar dentro de la gramática del español. Un ejemplo como el que Miguel asume que la sintaxis es inmune a ese tipo de conceptos, pero no es nada ilógico pensar que esos conceptos que están incluidos en la sintaxis lo están por otras razones más generales (cultural y comunicativamente motivadas).

El principal problema con las "reglas" es que dejan como excepciones numerosos casos que tal vez no son excepciones, sino que obedecen a otro tipo de estructura. Es posible asumir que no hay reglas para la gramática (en el sentido de "un conjunto de reglas que produce las oraciones gramaticales y solo las gramaticales). Esto, a mi entender, sería mucho más afín a la idea de una facultad semiótica que une una sustancia fonética con una forma semántica o conceptual. Es decir, no se necesita de modo estricto una sintaxis que una ambas formas. La forma conceptual puede ser (y creo que es) suficientemente rica y compleja como para generar la riqueza lingüística de la ingente variedad cultural del mundo. Y de esa manera, no tenemos que asumir que aquello que no está claramente especificado en el conjunto de reglas no puede formar parte de la gramática (y es un elemento periférico de Lengua E o algo así). Sobre eso, pueden revisar Simpler Syntax de Jackendoff y Cullicover, donde hace una bastante crítica (y justa) evaluación de las ideas de la autonomía de la sintaxis y la compara con la idea de construcciones gramaticales. Sobre el tema de que las reglas no son necesarias para postular una gramática, pues tenemos las ideas de Langacker que están aquí http://crl.ucsd.edu/newsletter/4-3/Article1.html (un poco antiguo, pero igual bastante sabroso).

Finalmente, sobre el problema de las arquitecturas conexionistas que mencionó Frido Martín, hay que entender un pequeño pero crucial detalle: el conexionismo está atado a los desarrollos de la neurología y la descripción específica de redes neuronales en zonas del cerebro. Hay progresos en ese campo (considerando que el conexionismo viene desde 1985 aprox.), pero no es como una teoría funcional (generativismo, por ejemplo) donde basta con proponer un excelente sistema de reglas y de restricciones que deben aplicarse de un modo u otro en distintos soportes materiales. El conexionismo es no funcionalista por definición, así que todavía hay tiempo para ver qué pasa. De hecho, algunas cosas ya están pasando, no todo es el sistema para aprender verbos irregulares en español, ¡hay más! Tenemos por ejemplo la tesis de Srini Narayanan (1997) sobre la representación del aspecto verbal en redes conexionistas (aquí disponible para beneficio de las masas ansiosas por el saber: http://www.icsi.berkeley.edu/~snarayan/thesis.pdf)

¡Saludos!

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Que todas las culturas no hayan descubierto el Teorema de Pitágoras no quiere decir que la geometría no sea universal. Allí están por ejemplo las investigaciones de Stanislas Dehaene y Elizabeth Spelke (Science January 20 2005) sobre los Mundurukú que no tienen una palabra para triángulo, pero comprenden nociones geométricas---su experimento repite el primer experimento al respecto, a saber, el de Sócrates en el Menón. No deben confundirse "las matemáticas" con el discurso académico de la matemática. Obviamente este último es una conquista cultural, pero no las matemáticas---sería como decir que como en una cultura nadie ha descubierto la lingüística, entonces no tienen lenguaje.

De la misma manera, el hecho de que una persona en particular no pueda falsificar una hipótesis no significa que esa hipótesis no sea falsificable. La hipótesis de la modularidad se podría falsificar fácilmente si encontráramos, por ejemplo, que un daño a cualquier parte del cerebro ocasiona un daño general y no referido a alguna función cognitiva en particular. Pero si por ejemplo encontramos que un daño a un parte específica del cerebro sistemáticamente ocasiona el mismo transtorno congnitivo, entonces más bien tenemos una evidencia a favor de la modularidad---pero, siguiendo a Popper, eso no es un confirmación definitiva (las hipótesis científicas, de acuerdo con Popper nunca se confirman en forma definitiva, solo se pueden falsear). Noten además que este es solo un ejemplo de cómo se podría falsear la hipótesis, hay muchos otros (y también hay muchas maneras de cómo NO se puede falsear esta hipótesis, uno de cuyos casos ya presenté en el comentario anterior).

Ahora bien, hay que tener cuidado con lo que se desea. La falsificación popperiana es un método bastante restrictivo de determinar qué es científico. Excluye, por ejemplo, a la teoría de la evolución y a la físicia cuántica (como el propio Popper explícitamente señaló). Existen propuestas epistemológicas alternativas (por ejemplo, la de Feyerabend), menos restrictivas. Un problema central es que el sistema popperiano clásico excluye cualquier hipótesis basada en métodos estadísticos (hizo él una breve reformulación, en particular para tratar de incluir la teoría de la evolución, ver el magnífico libreo de Sober Filosofía de la biología)---nótese que no es posible falsificar popperianamente que algo como "hay un 50% de posibilidades de que acierte si marco SI en esta repuesta SI/NO" (no importa qué marque, siempre es verdad). Eso tiene la incómoda consecuencia de excluir disciplinas que hacen uso extensivo de las estadísticas, como la física cuántica, la evolución y ... el conexionismo. Por supuesto, a nadie se le puede ocurrir decir que esas teorías no sean científicas.

No comprendo muy bien la idea de regla/excepción que se maneja. Jackendoff y Culicover proponen un regreso a la idea de que tenemos reglas específicas para cada tipo de construcción. Es decir, una vuelta al paradigma anterior a Principios y Parámetros---con muchas innovaciones, por supuesto. No dicen que las reglas no existen. No comprendo qué quiere decir que una gramática no tiene reglas. Quizá lo que se quiere decir es que la gramática no existe. Esa es una posibilidad, por supuesto. Hasta donde yo sé, esa hipótesis carece de suficiente evidencia confirmatoria. Una "excepción" solo es evidencia de que la regla no se ha formulado bien. No es evidencia de que la regla no existe.

No entiendo tampoco la noción de "inmunidad de la sintaxis" (que yo no he usado, ni sé que alguien haya usado nunca). La sintaxis interactúa con los otros componentes lingüísticos. No creo que nadie haya dicho lo contrario jamás (y si alguien lo ha dicho está groseramente equivocado). No comprendo tampoco por qué los sistemas gramaticales de cortesía constituyen un problema. Se trata de sistemas bien estudiados en diversos marcos de trabajo que reciben multitud de análisis enteramente compatibles con la autonomía de la sintaxis.

Me parece que se imagina la sintaxis como algo muy pesado y lleno de complicaciones. No es la sintaxis chomskiana, en todo caso, que pretende ser simple y elegante. Justamente, no existe un sintactocentrismo chomskiano (al contrario, hay un "sintactomarginalismo" chomskiano).

Eso no significa que necesariamente el lenguaje (entero) sea simple y elegante. Quizá hay "excepciones", pero no son excepciones a las reglas sintácticas. Por ejemplo, en principio, no hay excepciones a algo como:

R1: FN ---> N

R1 no dice nada sobre cómo son los nombres (ni siquiera dice si existen). Cómo son los N en las lenguas particulares en nada afecta R1.

Ahora bien, es obviamente posible cuestionar/falsificar R1. Por ejemplo, en la siguiente gramática G:

R0: S --> FN FV
R1: FN ---> N
R2: FV ---> V
R3: V ---> Murió
R4: N ---> Juan

La oración (1) es agramatical:

(1) * Murió Murió

Ahora bien, supongamos que en la lengua que estamos describiendo la oración (1) existe y significa algo como "el morir murió" (es decir, el primer "murió" es una FN). Hay dos posibilidades. Una es: R1 es falsa. Eso no representa un problema para la idea de que hay reglas; basta sustituir R1 por algo como:

R5: FN ---> FV

Pero sí representa un problema si queremos una gramática más restringida, un cierto formato para las reglas (que las frases tengan núcleo, por ejemplo).

La otra posibilidad entonces es que R1 sea verdadera pero que exista también algo como:

R6: N ---> Murió

Espero que no se responda que eso quiere decir que estas ideas no son falseables. Al contrario, lo que hemos hecho es precisamente falsear la idea de que G (i.e. R0-R4) es una teoría adecuada para esa lengua. Así que la hemos sustituido por G2 (i.e. R0-R4 más R6), y hemos mantenido la idea de que las frases tienen un núcleo.

A veces la gente tiene la idea de que cuando alguien presenta una hipótesis H1 y se le da un contraejemplo C, y ese alguien responde H2 (una modificación de H1), que explica C, entonces ni H1 ni H2 son falseables. Eso es absurdo (es como decir que porque yo no puedo encontrar un argumento en contra de tus ideas, entonces tus ideas no son científicas). He encontrado esta desafortunada concepción de falseabilidad en muchas partes, incluidos artículos en respetables journals. Pero es justamente al revés: el sistema popperiano hace de la ciencia una ametralladora de hipótesis, donde cada falseamiento lleva a una hipótesis más refinada.

Carlos Raul Molina dijo...

El problema de los universales no se resuelve tan fácilmente diciendo que una cosa son “las matemáticas” como institución cultural, y otra “las matemáticas” como la cognición matemática. Si la cognición matemática es universal, entonces ¿por qué no todas las culturas han desarrollado espontáneamente las matemáticas del modo en el que occidente lo ha hecho? Siempre se puede decir que es una capacidad “en potencia”, para ponernos aristotélicos, que todas las culturas pueden desarrollar. Sin embargo, los conocimientos básicos de la geometría no garantizan que las culturas lleguen al teorema de Pitágoras o al concepto de infinitud. Si los pueden aprender, como el experimento del Menón muestra, entonces hay dos opciones: (1) tienen un conocimiento innato de las matemáticas que les permite entender de qué se trata el concepto del infinito o la proporción de la hipotenusa respecto a sus catetos, etc. o (2) tienen capacidades de aprendizaje que son en parte innatas y en otras deductivas o derivadas de comparaciones, ensayo y error, imitación, etc.

El experimento al que alude Miguel como evidencia del conocimiento geométrico innato solo es tal si esos conceptos innatos son equivalentes a procesos de cognición visual. La organización de simetría, centro, posición respecto a un punto guía, etc. (que es lo que se está analizando en la prueba) tienen todas las posibilidades de ser universales (en tanto que todas las personas podemos ver, y la arquitectura, dibujos, herramientas de las culturas en el mundo muestran que esos universales de la organización visual están presentes). Decir que son la base de la geometría es, en ese caso, una perogrullada, porque ¡obviamente que sin organización visual básica no habría geometría! Entonces, no creo, en mi opinión, que se esté mostrando la universalidad de la geometría, sino de la visión.

Cambiando de punto, tal vez me equivoco, pero me da la impresión de que el principal ejemplo de Miguel, en el que las reglas gramaticales de reescritura especifican el tipo de “output” que determinado “input” produce, asume que las reglas se deben refinar cada vez más para incluir aquellas formas que falsean las reglas anteriormente dadas. Eso me parece perfectamente lógico y conlleva el desarrollo de un paradigma de investigación. Sin embargo, es exactamente ese tipo de defensa de la teoría el que produce el punto muerto en el que queda el debate entre teorías formales y funcionales sobre el lenguaje. Las primeras proponen un sistema tal que incluye cierto tipo y solo cierto tipo de operaciones. Es decir, la idea de que los rasgos sintácticos sobre los que operan ciertas reglas son cerrados o modulares. Bajo ese blindaje teórico es obvio que cualquier “ataque” puede desviarse diciendo: “nadie dice que la sintaxis no tenga relación con los demás componentes del aparato conceptual o la cognición en general o los otros módulos cognitivos”. Y lo dicen con toda la razón del mundo, como bien señala Miguel, es imposible negar que la facultad del lenguaje tiene relación con muchos otros aspectos (y se habla de los sistemas de interface, etc. etc.). Ese es el punto de quiebre: una escuela propugna cierta “especificidad de dominio” (y si no hay especificidad, no importa, porque puede tenerse redundancia de propiedades, como sería el caso del sistema musical y el sistema lingüístico que compartirían la recursión); mientras la otra propugna que no hay tal especificidad en aras de las capacidades comunicativas o de organización conceptual general. En ese sentido, la discusión no puede llevarnos a ningún lugar, porque ambas opciones son válidas en tanto lógicamente posibles. Una de las cosas que me parecen más interesantes de la lingüística como ciencia es la posibilidad de plantear distintas hipótesis (más o menos coherentes) sobre esencialmente los mismos hechos. Miguel está en lo correcto al afirmar que la teoría de Popper es una validación de la importancia de formular hipótesis diferentes frente a los hechos del lenguaje. En ese sentido, la lingüística es una ciencia hecha y derecha. El problema que terminaría por validar cualquiera de estas dos escuelas (formal y funcional) estaría en la arquitectura de la mente-cerebro. Lo que se debe analizar, entonces, son las pruebas que se presentan para asumir que existe la modularidad del lenguaje, ¿no?
Si mal no recuerdo, las pruebas para postular la modularidad (a la Fodor) están planteadas por la rapidez de computación de los sistemas, la impermeabilidad de sus reglas frente a los otros módulos, la ubicación específica de ciertas propiedades mentales en ciertos lugares del cerebro, etc., etc. Esas ideas en su conjunto pueden ser respondidas (falseadas) con otras investigaciones (las cuales, a su vez, serán respondidas por otras investigaciones). Por ejemplo, la idea de que existe conocimiento gramatical “intacto” en personas con severos problemas cognitivos generales (como en el famoso caso del síndrome de Williams que usa extensamente Pinker en “Instinto del lenguaje”) han sido confrontados por A. Karmiloff Smith et al. en: “Dethroning the Myth: Cognitive Dissociations and Innate Modularity in Williams Syndrome”. Aquí la sumilla: “Despite increasing empirical data to the contrary, it continues to be claimed that morphosyntax and face processing skills of people with Williams syndrome are intact. This purported intactness, which coexists with mental retardation, is used to bolster claims about innately specified, independently functioning modules, as if the atypically developing brain were simply a normal brain with parts intact and parts impaired. Yet this is highly unlikely, given the dynamics of brain development and the fact that in a genetic microdeletion syndrome the brain is developing differently from the moment of conception, throughout embryogenesis, and during postnatal brain growth. In this article, we challenge the intactness assumptions, using evidence from a wide variety of studies of toddlers, children, and adults with Williams syndrome”. Obviamente, este es un caso donde lo que se falsea no es una regla sintáctica (que puede reformularse con reglas cada vez más y más específicas que se vuelven más y más sensibles al contenido conceptual o al contexto en ciertas versiones de gramáticas generativas, menos ortodoxas, por cierto). Lo que se falsea es la modularidad misma como un rasgo del saber gramatical.
Otro caso que debe ser de todos conocido es el del famosísimo gen foxp2 que mencionó Frido Martín en su comentario. Cómo él bien dice, no es específico de los humanos (al estar presente en las aves que cantan), más todavía, ni siquiera es específico para el lenguaje, como se propuso en “El instinto del lenguaje”: foxp2 es un gen que afecta cualquier tipo de aprendizaje de procesos organizados (como parece ser la naturaleza de la sintaxis). Aquí hay un breve repaso del problema sobre ese gen y la razón por la que no debe creérsele "evidencia" del origen genético de la facultad del lenguaje. Creo que solo estos dos ejemplos serían casos de falsación al nivel de arquitectura, con lo cual escapamos del círculo argumentativo de la sintaxis compuesta por reglas y unidades específicas (y aisladas).

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Hola, Carlos.

Sobre el gen FOXP2 y otros puntos de la biolingüística alguna vez pude conversar con Frido en una conferencia que di en la Universidad Católica de Perú.

Es cierto, el gen FOXP2 se encuentran en otras especies y con esto se descarta, de algún modo, los estudios epidemiológicos de Tomblin y los de Myrna Gopnik en la familia K que sugerían que era debido a la mutación del gen FOXP2, con lo que se sugería una supuesta base genética del lenguaje. Si bien es imposible negar dicha base, lo incorrecto sería reducir todo el lenguaje a ese gen, pues pueden existir otros genes involucrados dentro de la configuración de la facultad lingüística. En este punto, debo referirme a lo que se conoce como poligenismo y pleiotropismo, en el primero de los casos entenderíamos que el rasgo o fenotipo es producto de una determinación genética múltiple o, dicho de otra manera, determinada por varios genes y en el segundo caso, que un único gen no actúa sobre un rasgo determinado (fenotipo) sino que desarrolla y opera sobre un conjunto de fenotipos.

Si bien el FOXP2 juega un papel importante en el desarrollo de la capacidad lingüística, resulta desalentador el hecho de encontrar este mismo gen en los animales. Si bien es cierto que los estudios comparativos del gen FOXP2 nos dicen que éste se halla en gran parte de los mamíferos, en la mayoría de los casos, parece estar destinado al desarrollo de los ganglios basales que fisiológicamente están relacionados con la secuenciación de movimientos, la sincronización de gestos, el mantenimiento de ítems en la memoria a corto plazo y la elaboración de planos de acción, habilidades requeridas para el funcionamiento del lenguaje (Lorenzo, 2004).

Por otro lado resultaría osado a este tiempo establecer que el gen FOXP2 sea el “gen de la gramática o “el gen del lenguaje”, porque, como sabemos, los estudios aún se encuentran en pañales. Lo que sí es destacable es su importancia dentro de las ciencias del cerebro como afirma Watson, uno de los codescubridores del ADN: “los humanos son sencillamente grande simios con unos cuantos interruptores genéticos y especiales”.

El gen FOXP2, en ese sentido, sería un factor importante dentro del desarrollo cerebral del ser humano que permite diferenciarnos de otras especies. Respecto a esto, Watson 2003 nos dice: “Creo que el FOXP2 resultará un modelo para los trascendentes descubrimientos que están aún por hacerse; si estoy en lo cierto, se comprobará que muchos de los genes más importantes que gobiernan la conducta son en realidad los que participan en la construcción del más extraordinario de los órganos, esa masa de materia que sigue siendo sumamente inescrutable, el cerebro humano. Estos genes nos influyen por la forma en que constituyen la exquisita herramienta que interviene en todo lo que hacemos” (Mendívil, 2004).

Por último, es interesante también el problema de relacionar la base neuroanatómica del lenguaje con las gramáticas formales o abstractas, a lo que Chomsky ha denominado Problema de Unificación y es donde ha concentrado particularmente sus esfuerzos con el programa minimista y los estudios de biolingüística (véase Biolingüística y Capacidad Humana, http://www.formayfuncion.unal.edu.co/Articulos/F&F19Chomsky.pdf).

Saludos.

Joel Armando Zavala Tovar

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Excelentes las anotaciones de Joel sobre el FOXP2 y su relevancia para el estudio de la mente y el lenguaje. Cabe aclarar que, contra lo que dice Carlos, el FOXP2 no es ni remotamente crucial para la idea de GU. GU no es un gen, sino un estado de la mente---para la relación entre genes y estados de la mente, recomiendo el excelente libro de Gary Marcus The birth of the mind.

Con relación al Síndrome de Williams, incluso si la interpretación de los datos es adecuada (para interpretaciones diferentes pueden verse los trabajos de Neil Smith sobre Christopher), lo que se falsifica es la idea de que el Síndrome muestra una disociación entre desarrollo lingüístico y desarrollo cognitivo. Eso no es una novedad. Existen muchos casos de deterioro cognitivo que afectan también el lenguaje. Una vez más no enfrentamos a una diferente definición de lenguaje, como un complejo que involucra la totalidad de nuestro desempeño verbal. O peor, se identifica lenguaje con nuestra capacidad comunicativa. No creo que nadie dude que cualquier disturbio cognitivo afecte nuestra capacidad para comunicarnos. La pregunta es si afecta nuestra gramática. Es indispensable saber de qué estamos hablando antes de apostar por una interpretación u otra (para los riesgos de una mala interpretación de los datos neurológicos, aquí un artículo de Paul Bloom)

En ese sentido, a diferencia de Carlos, no me parece inútil discutir sobre la relación entre forma y función---un reciente trabajo que clarifica muchos aspectos del debate es Mind design and Minimalist Syntax de Wolfram Hinzen. Es precisamente al clarificar los conceptos que estaremos en mejor posición de interpretar los datos.

Celebro que Carlos diga que el formalismo está blindado contra las críticas funcionalistas. Imagino que es un reconocimiento de que es irrefutable (lo que no es lo mismo que decir que es infalseable).

Lo que no comprendo es su rechazo a la distinción entre el discurso de la matemática y la facultad matemática. A nadie se le ocurre decir que si una comunidad no es consciente de que el signo lingüístico es arbitrario, entonces no tiene lenguaje (o peor, que "sus signos" no son arbitrarios). ¿Por qué se afirma que quienes no son conscientes del Teorema de Pitágoras son incapaces de comprenderlo?

La afirmación de que las matemáticas son un producto de "occidente" es extremadamente peligrosa. Imaginaba yo que había ya un consenso en que algo así era insostenible. Al parecer estaba equivocado. Vemos pues el riesgo de cuestionar la idea de que todos los seres humanos tienen esencialmente las mismas capacidades cognitivas: la justificación de la presunta superioridad de unos seres humanos sobre otros.

Carlos Raul Molina dijo...

Brevemente, respondo sobre solo sobre el tema de las matemáticas (que es el que creo que ha sido peor interpretado por Miguel).

Tal vez mi uso de palabras no fue el mejor, aunque creí que mi crítica iba a ser clara, pero en fin. La idea de que la cognición geométrica, tal y como se presenta en la prueba que Miguel enlaza y la que se da en el Menón (si la memoria no me falla) no están probando, a mi entender, que la geometría sea universal, sino que la cognición visual, que es principio sine qua non de la geometría euclidiana es universal.

En resumen, no estoy diciendo, como Miguel errónamemente cree, que laas matemáticas sean un atributo de las mentes occidentales (ya en la india se había demostrado ese teorema sin que eso signifique influencia helenistica). Lo que estoy diciendo es que las matemáticas (en particular la geometría) es un producto dela forma en la que estamos hechos para ver. Si fuéramos animales de otro tipo de cognición visual lo más probable es que la geometría que tendríamos fuera muy diferente (si fuera posible, claro está tener geometría basada en un sonar como el de los murciélagos, por ejemplo).

Además, hay pequeño detalle que no sé cómo se les ha pasado a los distinguidos comentaristas de este tan informado blog: si los principios matemáticos son universales (en tanto principios matemáticos "per se", asumiendo que existen y que no son solo derivados de otros más generales) de manera análoga a como los principios del lenguaje son universales, hay una asimetria bastante grande. Todas las culturas del mundo tienen gramáticas muy complejas, capaces de representar infinitos pensamientos y de espcresarlos a traves de finitos medios. Pero NO todas las culturas expresan las matemáticas en los complejos enunciados y fórmulas y teorías que existen en occidente.

¿Por qué? Si mi pregunta es clara, esto sería una evidencia (especulativa, claro) de que la naturaleza del lenguaje sí tiene una base universal (se llama: principios generales de la cognición, cosa que todos los seres vivos tienen desde que nacen, no una "facultad del lenguaje") y por su naturaleza comunicativo-representacional, se ha desarrollado a grados altísimos de complejidad tanto en los pirahas como en los hablantes de tagalog. Sin embargo, si los principios de las matemáticas son tan universales como los del lenguaje, ¿por qué no se han desarrollado tradiciones matemáticas avanzadas en todos los pueblos de la tierra?

Ojito, ojito: aprender matemáticas es adquirir técnicas de modo cultural, así que la respuesta no podría ser: "pero cualquiera puede aprenderla porque hay principios universales ESPECÍFICOS para las matemáticas". Estamos hechos para aprender sobre ciertas bases cognitivas.

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Celebro que Carlos rectifique su comentario sobre las matemáticas y occidente.

No es posible reducir la geometría a la visión (de la misma manera que no es posible reducir el lenguaje a la comunicación). Si así fuera, se le podría enseñar geometría a un lince (que tiene mejor visión que el ser humano).

El "pequeño detalle" que Carlos está pasando por alto es que no es lo mismo "la gramática" como facultad cognitiva que "la gramática" como disciplina científica. Todas las personas tienen una gramática igualmente desarrollada y compleja. No todas las personas tienen una teoría gramatical igualmente desarrollada. De la misma manera, todas las personas tienen una facultad matemática semejante, pero no todas las personas construyen un discurso matemático. Hay pues, perfecta simetría. La ciencia lingüística es evidentemente un producto cultural, que requiere entrenamiento y aprendizaje. Lo mismo requiere ser un matemático. Nadie ha dicho que ser profesor de matemáticas (o de lingüística) es algo innato.

Carlos Raul Molina dijo...

No he olvidado que una cosa es el saber gramatical, el "conocimiento del lenguaje" que hay en la mente de los hablantes y otra cosa son las miles de teorías gramaticales disponibles en el mercado académico. Lo que Miguel parece haber olvidado completamente es que muchas de esas teorías gramaticales están tratando justamente de representar el complejo conocimiento gramatical que hay en cada hablante de una lengua L.

Entonces, mi crítica sigue en pie, monda y lironda. Las teorías matemáticas, hasta donde yo sepa (y de mate sé muy poco, realmente) no quieren reprsentar el conocimiento matemático que los hablantes poseen. Creo que nadie puede negar que poseemos algún tipo base cognitiva que nos hace poder agrupar elementos, dividirlos, sumarlos, restarlos, etc. etc. de modo empírico. Lo que se haga después sobre la base de esos conocimientos es un desarrollo cultural, como el mismo Miguel ha señalado: una proeza de griegos, egipcios, sumerios y otros pueblos.

Entonces, mientras que la gramática que conocen los hablantes, su "saber lingüístico" se manifiesta en toda cultura del mundo como un ente muy complejo, lleno de reglas/construcciones, elementos léxicos, derivaciones, reglas fonológicas, etc.; el saber matemático no se manifiesta de igual manera en todos los pueblos de la tierra: algunos solo cuentan hasta la decena (o menos), no tiene números negativos, etc. Si estamos diciendo que existe una cosa llamada "el saber matemático" que esta en nuestras mentes como módulo o lo que sea, entonces no existe ninguna simetría, como Miguel sugiere. Todo lo contrario, la lingüística estudia las lenguas del mundo y siempre encuentra complejidad, la psicología cognitiva puede encontrar principios sobre la matemática (que de por sí tienen su propia complejidad, obviamente, no soy quién para decir que "las matemáticas son fáciles", si yo pase Mate 1 con 10.5!! Ja ja!), pero los sistemas matemáticos con los que los pueblos viven no se han desarrollado con comparables niveles de complejidad (lo que sí pasa con las gramáticas mentales, lo que yo jamás he confundido con "las teorías lingüísticas de las culturas" como se sugirió).

En suma, yo no he hablado jamás de "las matemáticas" o "la lingüística" como disciplinas científicas que se desarrollan culturalmente. De lo que hablo es de la gramática mental y de la cognición matemática como dos casos de aptitues cognitivas presentes en todos los pueblos de la tierra que se desarrollan asimétricamente. La respuesta a esa asimetría es netamente cultural, no atribuible enteramente a la biología, sino principalmente a la cultura: comunicarse/representar la realidad es sumamanete complejo en cualquier cultura. Hacer cuentas no lo es tanto si no tienes una economía basada en el dinero, una sociedad que se compone de miles de individuos, o si no tienes necesidad de construir pirámides, almacenar granos, etc. etc.

Y sobre el comentario de los linces que podrían aprender geometría por tener mejor vision que nosotros, pues se les puede enseñar a los loros a distinguir objetos por su forma (geométrica).

Si el lince pudiera aprender como lo hace el loro (a ver ¿quién se mete en una jaula con uno para adiestrarlo?), entonces no veo por qué no pueda decirse que pueden reconocer figuras geométricas usando su visión como base del "saber geométrico" (igual que hace un loro), así como la comunicacion es la base del saber lingüístico tal y como lo conocemos.

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Comparar a los loros con los Mundurukú no es precisamente una analogía afortunada. En particular si se trata del loro Alex de Irene Pepperberg. Recomedaría que se leyera el artículo original de la investigación sobre los Mundurukú, donde se establece claramente que los resultados van mucho más allá de simplemente distinguir objetos por su forma. Y sobre el loro Alex (y otros casos similares), recomendaría leer el excelente Doctor Dolittle's Delussion de Stephen Anderson. La batería de tests aplicados a los Mundurukú no tienen nada que ver con los aplicados al loro Alex.

Nadie puede poner en duda que los animales tengan cognición (ver Wild Minds de Marc Hauser). Es enteramente perogrullesco descubrir que los animales pueden diferenciar los objectos por su forma. ¿Alguien duda de eso? Las aves de rapiña distinguen carne muerta de animales vivos desde el cielo, no precisamente por su olor. Eso no es ninguna novedad.

De lo que estamos hablando aquí es de la capacidad para hacer inferencias geométricas, no solo reconocimiento de objetos. Noten además que estas son cuestiones empíricas. No algo a priori. Bien pudiera ser que los animales sean eximios geómetras. Si así es, en buena hora. Por el momento, sin embargo, no hay evidencia al respecto.

Eso también es relevante en relación con la distinción entre la facultad matemática y el discurso de la matemática. Nadie ha dicho que el discurso matemático sea una disciplina empírica, esto es, una disciplina sobre un objeto en el mundo, como lo es la lingüística (que es el discurso sobre el lenguaje, un objeto del mundo). Cuando se dice que las matemáticas son universales no se dice que todos pueden explicarnos el Teorema de Pitágoras. Lo que se dice es que todos tienen la capacidad de hacer inferencias matemáticas, si hacen el esfuerzo correcto (y ese esfuerzo, es, por supuesto, "cultural"). Lo mismo podemos decir de la música; todos somos capaces de percibir ciertas melodías, de distinguir notas musicales, etc. No quiere decir esto que cada uno deba ser Beethoven. Y aquí también uno puede estudiar dos cosas: ;o que cualquier persona "sabe" de música; o los complejos sistemas musicales desarrollados culturalmente.

En efecto, los animales pueden distinguir la forma de los objetos ¿por qué no han desarrollado una geometría entonces? La razón parece bastante clara: porque no basta con distinguir un cuadrado de un triángulo para empezar a hacer inferencias geométricas. Paralelamente, es también verdad que los animales distinguen unos sonidos de otros, incluso bailan con ritmo, pero todavía falta descubrir un sistema musical animal---lo que no quiere decir que no exista; el canto de los pájaros es un buen candidato, por ejemplo (y no en vano se ha comparado al lenguaje). Aquí también es una cuestión empírica.

La inferencia geométrica, diferente del mero reconocimiento de objetos, es pues una capacidad particular de la cognición humana.

Por otra parte, me parece cuestionanble también que se considere que ciertas inferencias matemáticas son "simples". Eso es algo que tiene que probarse independientemente. Recomiendo los trabajos de John Macnamara, que mostró como los que consideramos elementales conceptos de lógica, son en verdad muy complejos procedimientos cognitivos. En ese sentido, es notable que cualquier persona pueda llevarlos a cabo.

Ese tipo de dificultades se vuelven relevantes cuando se trata de reproducirlas artificialmente. Los especialista en robótica encontraron para su sorpresa que una de las cosas más difícil de programar en un robot es hacer que se toque la nariz, algo que ninguna persona tiene que "aprender" a hacer.

De esa misma manera, en el lenguaje, damos por sentado que armar una frase es algo trivial y simple, que ni siquiera merece atención, y creemos que lo central es la comunicación, algo en efecto complejo y grande---eso se debería llamar "comunicativo-centrismo". Cualquier examen sereno de los datos muestra, sin embargo, que la estructura de las frases no se puede reducir a la comunicación. Eso no significa que la sintaxis es central. Pero sí significa que tampoco lo es la comunicación. Ese es precisamente el descubrimiento chomskiano.

Carlos Raul Molina dijo...

(¿Se han dado cuenta de que ya vamos más de 20 comentarios? Ahora sí, prometo que este es el ultimito por mi parte. Ya parezco un spambot)

(a) Yo mismo, en mi comentario anterior, sugiero que la cognición matemática, la que nos permite hacer inferencias, debe ser algo bastante complejo. Las apreciaciones de Miguel sobre la complejidad de las inferencias lógicas dejan en claro ese punto. Sin embargo, la cognición matemática y su conjunto de inferencias ¿son comparables con el sistema linguístico en su complejidad? No me parece (pero es solo una apreciación desde mi posición de linguista).

(2) Las críticas de Miguel sobre mi ejemplo de los loros y los mundurukú me parecen válidas en tanto que explotan algo que yo no dije por pensar sobreentendido: los cerebros de los humanos son diferentes a los de los loros en más de un sentido. Obviamente que los humanos pueden desarrollar inferencias más complejas sobre la base de principios geométricos a partir de (a) un conjunto específico muy rico de principios matemáticos innatos (no me parece que sea el caso) (b) el sistema intencional-inferencial (por usar terminos fodorianos) que da pie a desarrollo cultural sumamante rico y variado (mi apuesta va por ese lado).

(3) Me parece excelente que estemos de acuerdo en que el discurso de la ciencia matemática no sea empírico. Pero decir que "todos tienen la capacidad de hacer inferencias matemáticas, si hacen el esfuerzo correcto (y ese esfuerzo, es, por supuesto, "cultural")" no puede explicar por qué las matemáticas como práctica cultural no iguala ni por asomo al lenguaje. Obviamente, las matemáticas como práctica cultural no tienen por qué ser lo mismo que la ciencia matemática, en tanto que el desarrollo de tradiciones matemáticas pueden originarse por funciones prácticas (agronomía, astronomía, economía, etc.) que elaboran sobre la capacidad inferencial matemática. Espero que no se piense que estoy diciendo que las matemáticas no pueden ser universales porque no hay departamentos de matemática en todas los pueblos de la tierra. ¡No soy tan tonto para creer eso!

(4) Pero todavía creo necesario notar que las matemáticas (como desarrollo cultural) e incluso la música no tienen la misma simetría que el lenguaje: uno entiende y produce lenguaje como el más grande genio lingüístico en cualquier cultura, pero no todos pueden entender y producir novedosas elaboraciones de las inferencias matemáticas , como es prueba inobjetable las diferentes formas de matemáticas en distintos pueblos. Sobre la música hay tela para rato, pero también existe la objeción de que, a diferencia del lenguaje --que es democrático por ser un producto de la interacción de los pueblos, su cognición y la realidad que los rodea--, la "competencia musical" es también asimétrica: uno puede entender y sentir gusto o disgusto frente a diferentes estructuras musicales, pero no todos pueden crear en su cabeza complejísimas estructuras musicales (no estoy hablando de "tocar un instrumento musical" sino de simplemente crear secuencias de melodías, ritmo, contrapunto, fugas, etc. etc. en tu cabeza, que es diferente a oir los sonidos y organizarlos musicalmente, que eso creo que todos pueden hacerlo).

(4) En resumen, y para cerrar mi participación sobre este tema, como el mismo Miguel pone, en el caso de la música no es el caso que todos seamos unos Beethoven. Eso es algo que debería llamarnos la atención, porque en el lenguaje todos somos unos Beethoven. Obviamente hay algo sobre el lenguaje que no pasa con las matemáticas y que pasa en menor medida con la música (porque la música está presente, hasta donde he oído decir, en todas las culturas del mundo). ¿Qué hace al lenguaje tan especial frente a otras formas de cognición como las mencionadas? La respuesta que muchos análisis objetivos a lo largo de la historia de la lingüística han hecho, parecen demostrar que el lenguaje se ha desarrollado culturalmente y las demandas de las muy complejas formas de interacción comunicativas son el principal factor para darles forma a las gramáticas que los humanos dominamos "genialmente". Dilucidar esa interacción es lo que ha venido haciendo desde hace muchos años el funcionalismo lingüístico en sus diversas variantes, como las de Firth, Jakobson, Martinet, Tesnière, Sapir, Givón o Langacker.

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Para cerrar también mi participación---aunque debo añadir que la discusión ha sido muy placentera---me limitaré a comentar la última idea de Carlos.

Yo estoy de acuerdo con lo siguiente:

"el lenguaje se ha desarrollado culturalmente y las demandas de las muy complejas formas de interacción comunicativas son el principal factor para darles forma a las gramáticas"

Es exactamente lo mismo que dice Chomsky (ver Knowledge of Language y Language and Problems of Knowledge). De hecho, creo que nadie en su sano juicio podría estar en contra de tan razonable idea. Por ejemplo, pongan a un infante en un cuarto encerrado por los primeros trece años de su vida, sin acceso a "complejas formas de interacción comunicativa", y este persona nunca "dará forma a su gramática"---por desgracia, tenemos una terrible confirmación de esto.

Como "principal factor" no significa único factor (y entiendo que "principal" en este caso, solo quiere decir "el que a mí me gusta estudiar"), hay espacio más que suficiente para añadir Gramática Universal como un factor irrenunciable de la adquisición del lenguaje, y como un componente esencial para dar forma a las gramáticas particulares.

Para decirlo con palabras de Chomsky:

If UG is viewed as a mapping from external data to internal state attained (abstracting from more general principles of growth and development), we can think of it as a "language acquisition device" (LAD). […] "non-Chomskyans" […] believe that the capacity to acquire language "may be some combination of mechanisms evolved for more general purposes." If this shot in the dark happens to hit the mark, then LAD is that combination.
Noam Chomsky (2007) Symposium on Margaret Boden, Mind as Machine: A History of Cognitive Science. Artificial Intelligence 171, 1094-1103

Anónimo dijo...

Sin ánimo de hacer interminables los comentarios sobre este post de Joel, quería decir que es muy alentador comprobar la cantidad de comentarios muy sesudos e interesantes que ha levantado el post. Y llamaré la atención sobre un dato curioso: inmediatamente después de este post sobre la recursión y la lengua de los Pirahãs, Joel publicó un post exclusivamente dedicado al tema de la propiedad de recursión en la sintaxis, a saber, el fragmento del texto de Hauser, Chomsky y Fitch (2005) “The evolution of the language faculty: Clarifications and implications”. Me parece que los comentarios han podido estar perfectamente en ese post, de carácter más general. Una cuestión que observo es que en muy pocas ocasiones los comentarios vertidos en este post han hecho referencia a la discusión suscitada por Everett, no solo por nuestro evidente proverbial desconocimiento de la lengua de los pirahãs, sino por nuestra insuficiente información sobre la misma discusión. Y si es que nos hemos puesto bastante entusiastas, ha sido quizá por lo crucial que significa la posición de Everett (estemos de acuerdo con ella o no) para la Lingüística y las Ciencias Cognitivas en general: al parecer, alguien pretende desafiar con base empírica una de las piedras angulares del edificio chomskiano (y lo digo yo, que aunque cada día menos 'ortodoxo' me sigo sintiendo cercano al espíritu de la propuesta de Chomsky) y nuestro entusiasmo es un reflejo de la reacción a ese desafío. Creo que el foco del post pasó a segundo plano, mas no 'inocentemente'. Antes de invitar a 'seguirla en el otro post', sería bacán darnos un paseíto por algunos pasajes de la discusión en torno a la polémica suscitada por Everett. Una de 'titanes' (nada menos que Steven Pinker , Dan Everett, Robert Van Valin, y David Pesetsky, ¡guauuu!) la pueden ver en: http://www.edge.org/discourse/recursion.html
Otra igualmente interesante, de comentarios de Dan Slobin y Jeanette Sakel, la encuentran en: http://content.karger.com/produktedb/katalogteile/issn/_0018_716x/hde-letters-to-editor-12-13-2007.pdf
¡Bon appetit!

Frido

Joel A. Zavala Tovar dijo...

Hola, Frido.

Gracias por tan importante comentario y por pasar el dato sobre el debate que sostiene Pesetsky, Pinker y Valin con Everett. Me ha gustado muchísimo el artículo, por lo que he notado, esta es una especie de lucha de ideas, más que un debate simple. Así, existen aquellos que lanzan duras críticas contra Everett, como Pesetsky, por ejemplo, algunos que atacan más el problema, como Pinker, y otros que añaden comentarios y la hacen de conciliadores, como Valin. Bueno, esto es solo mi apreciación. Lo que en realidad interesa son las propuestas que ellos plantean y de las cuáles rescato algunas ideas generales, no diré a quién pertenece cada una, porque creo que podemos leerlas en dicho texto:

. La manifestación de la recursión en las lenguas no solo tiene correlato sintáctico, es decir, no solo se evidencia en la sintaxis, sino puede darse a través de el significado.

. Lo que algunos analizan como oraciones independientes en piraha, para otros puede tratarse de una sucesión de las mismas donde se evidencia la recursión.

. La recursión es un universal lingüístico, no obstante, no podemos dejar de lado los parámetros que adquieren las lenguas. Así, existen lenguas pro-drop y otras no.

. Por una lado, la gramática de la lengua es afectada y determinada por la cultura, por otro lado, dicha relación es un anatema.

. La lengua piraha es una lengua común, como todas las demás.

. El hecho de "la no presencia" de claúsulas embebidas o subordinadas en piraha no es algo exclusivo de dicha lengua.

En fin, creo que estas ideas como que son las ideas que se alzan en todo el texto, pero, por otra parte, también son importantes estas otras:

. Pesetsky no tiene trabajos realizados cuyo sustento sea el trabajo de campo es un "armchair linguist".

. La mayoría de lingüístas que están en contra de mis postulados son lingüistas del MIT, discípulos de Chomsky.

. Chomsky es un gurú, un pequeño Dios, cuyos discípulos respetan y defienden a cabalidad sus ideas, sea por su prestigio académico o por sus interesantes logros.

. El atacar algunos de los postulados de la lingüística de Chomsky es , de algunas manera, un ataque de sus ideas políticas.

. Algunas veces nuestros argumentos han sido tachados de racistas, no entiendo la razón, para decir tal cosa.

. El principio de experiencia inmediata es innecesario.

Como vemos, el debate no es solo lingüístico.

Finalmente, a pesar de algunos argumentos de Everett, creo que (y ya lo he manifestado desde antes en algunos comentarios y discusiones), tiene mucho sentido la defensa que podríamos llamar "generativista", porque explica desde una perspectiva netamente lingüística el problema en sí y no la utiliza como medio para explicar algunos "gaps" que deseamos comprender, o mejor dicho, como un mero artificio teórico que pretende llamar la atención.

Una vez más, gracias a Frido por el link que nos brindó y esperaré nuevos comentarios en este o en el post sobre Sintaxis y recursión, con el que ya me habían quedado claras algunas ideas.

Saludos.

Joe.

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