18 de mayo de 2008

Fundamentos de la gramática generativa

Recensión de Fundamentos de la teoría gramatical de FERNÁNDEZ, María y Alberto ANULA (1998)

Joel Armando Zavala Tovar

Cerebro, mente y lenguaje.
Los estudios realizados dentro de las ciencias del cerebro y las ciencias de la mente guardan estrecha relación con los estudios del lenguaje. Actualmente, muchas de las investigaciones realizadas en las ciencias del cerebro y las ciencias de la mente influyen o apoyan muchos de los trabajos realizados en lingüística, en la medida en que estos proveen elementos que permiten una mayor comprensión de la facultad del lenguaje. Las ciencias de la mente, por un lado, intentan determinar las propiedades y estados de la facultad lingüística. Por otro lado, las ciencias del cerebro tratan de descubrir los mecanismos cerebrales que hacen posible la materialización de las propiedades y estados de la facultad del lenguaje.

Tanto las ciencias de la mente como las ciencias del cerebro se asocian la denominada ciencia cognitiva que es el lugar donde se deben localizar los estudios lingüísticos, pues, la facultad del lenguaje es, en última instancia, un órgano mental.

El neocartesianismo.
De acuerdo con el racionalismo cartesiano, el dualismo alma-cuerpo sería equivalente a mente-cerebro. Tanto cerebro como cuerpo constituyen la sustancia material, en tanto que mente y alma constituirían la sustancia espiritual o la sustancia pensante que es independiente al cuerpo. El neocartesianismo se aleja de esta concepción. El neocartesianismo propone, en primer lugar, rebatir el planteamiento dualista mente-cuerpo, pues, presenta escasa realidad conceptual, incluso no existe una teoría que permita delimitar claramente qué entidades son cuerpo y que otras quedan al margen de la misma. En segundo lugar, se percata de la existencia de una contradicción interna al discurso cartesiano; Descartes consideraba que el alma era la encargada de la conducta del cuerpo, es decir, las actividades que ejecutaba el cuerpo eran producto de las tareas cognitivas del alma, no obstante, existe contradicción, pues, Descartes asumía que el alma o la mente no formaba parte del mundo físico, pero ejercía fuerza necesaria para mover objetos físicos, por tanto, no podía interactuar con la materia.

En suma, el cartesianismo trata de recuperar el pensamiento cartesiano salvándolo de las objeciones y contradicciones presentadas, no consiste solo en despojarla del aparente dualismo, sino también de proveer una explicación reduccionista de los fenómenos que se investigan.

El lingüista aborda el estudio del lenguaje desde una perspectiva mentalista y teórica. Mentalista porque estudia los estados de la mente que configuran facultades mentales como la facultad lingüística y teórica, porque postula principios y propiedades para caracterizar dicha facultad innata. El lingüista estudia la mente/cerebro a través del estudio del lenguaje, en particular, de la lengua-i, esto es, lengua interna, intensional (con “s”) e individual. Interna, porque forma parte de la mente/cerebro, individual porque se encuentra en cada uno de los individuos e intensional porque se trata de una caracterización específica de una cierta función que genera descripciones estructurales.

El neocartesianismo chomskyano emplea dos problemas fundamentales para dar validez y rigor a sus postulados. Estos problemas se conocen como el Problema de Platón y el Problema de Descartes.

El problema de Platón o también conocido como el de la pobreza de estímulos se refiere a que cómo un niño a pesar de tener estímulos muy limitados -datos lingüísticos primarios (PLD)- puede alcanzar el conocimiento lingüístico con rapidez. Esto hace suponer que dicho conocimiento forma parte de la dotación genética, es decir, en palabras de Chomsky: “la solución al problema de Platón ha de estar basada en el atribución de principios fijos de la facultad del lenguaje como parte de la herencia biológica. Estos principios reflejan la forma en que funciona la mente, dentro de la facultad del lenguaje” (Chomsky, 1988).

El problema de Descartes forma parte de la pregunta de cómo usamos el conocimiento lingüístico. De acuerdo con Chomsky, esta incógnita presenta dos aspectos “el de la percepción y la producción. Es decir, se trata de saber cómo la gente que ha adquirido una lengua utiliza este conocimiento para comprender lo que escucha y expresar sus pensamientos” (Chomsky, 1988).

Teoría lingüística y gramática.
Debido a que dentro del campo lingüística existen diversos tipos de estudio del lenguaje, resulta comprensible que las teorías que abordan uno u otro enfoque utilicen los términos de teoría lingüística y gramática con ligeras diferencias que a veces pueden resultar contradictorias. En los inicios de la gramática generativa, incluso, ambos términos fueron empleados con cierta ambigüedad. Gramática fue usado para referirse tanto al procedimiento generativo como a la teoría realizada por los lingüistas de dicho sistema cognitivo. De igual manera, la expresión teoría lingüística se utilizó para aludir al estado inicial de la facultad del lenguaje y a las teorías de los lingüistas sobre este componente innato de la mente cerebro (Chomsky, 1991).

Los conceptos de teoría lingüística y gramática deben entenderse del siguiente modo: gramática es la teoría de los lingüistas acerca de la lengua-i, en tanto que el término teoría lingüística o Gramática Universal (GU) se refiere a la teoría de los lingüistas sobre el estado inicial de la facultad del lenguaje (Chomsky, 1991).

El estudio del conocimiento lingüístico.
El objeto de estudio fundamental de la gramática generativa es el conocimiento lingüístico que posee el hablante de una determinada lengua, esto es, su competencia lingüística. La gramática generativa propone tres preguntas básicas en torno a la naturaleza, el origen y el uso del conocimiento lingüístico:

a) ¿en qué consiste el conocimiento del lenguaje?
b) ¿cómo se adquiere tal conocimiento?
c) ¿cómo se utiliza?

La respuesta a a) consiste caracterizar gramática particulares, es decir, la lengua que cada individuo habla sobre el trasfondo de un patrón general al que supuestamente se remiten todas las gramáticas. La respuesta a b) consiste en determinar lo que se conoce como facultad del lenguaje. La cuestión c), por último, quizás sea la más oscura e indeterminada en los desarrollos actuales de la teoría gramatical. La respuesta adecuada deberá abarcar seguramente otras capacidades de la mente diferentes de la propiamente lingüística. (Lorenzo, 1996).
La facultad lingüística y la lengua-i

La lengua-i es el resultado de la modificación del estado inicial (Ei), este estado se va modificando hasta llegar a un estado estable (Ee) que equivalente a la lengua-i. La lengua-i es el resultado de la interacción de dos factores: el estado inicial y la experiencia. El estado inicial (Ei) se halla genéticamente determinado y se concibe como un “mecanismo de adquisición de lenguas que procesa la experiencia como input y genera lengua como output. Adecuando esta explicación al modelo P&P podemos decir que el estado inicial de la facultad del lenguaje es una “red fija de circuitos conectada a un tablero de interruptores”. La red son los principios del lenguaje y los interruptores son los parámetros que se encuentran determinados por los datos de la experiencia (Chomsky, 1996). Cada lengua tiene una manera de fijar los interruptores, por más pequeños que estos sean pueden generar una gran cantidad de outputs. (Citado por Zavala, 2008).

El mentalismo y la modularidad.
La gramática generativa asume una concepción mentalista para el estudio del lenguaje que es opuesta a una concepción conductista. La concepción conductista no concede ninguna entidad real a la facultad lingüística sino que su foco de atención es la experiencia lingüística. La concepción mentalista de la gramática generativa considera que la facultad lingüística se halla genéticamente determinada y que se desarrolla a través de la fijación de parámetros.

Otra de las bases de la gramática generativa es la de concebir la facultad del lenguaje como un módulo de la mente que, a su vez, presente en su arquitectura interna submódulos encargados de la computación lingüística.

A continuación mostraremos la teoría de la modularidad propuesta por Fodor para posteriormente explicar cómo se concibe ésta en el marco de la gramática generativa. De acuerdo con Fodor, la teoría de la modularidad de la mente consta de las siguiente propiedades:
a) Especificidad de dominio, que consiste en que existen mecanismos psicológicos que se caracterizan para actuar sobre dominios estimulares diferenciados a través de computaciones idiosincrásicas. Pongamos el caso de la facultad del lenguaje; esto significa que el módulo de lenguaje opera con información particular que no comparten otros módulos, es decir, representaciones lingüísticas.

b) Obligatoriedad del funcionamiento y rapidez de ejecución, hace referencia a que estos sistemas se ven constreñidos a operar siempre que puedan hacerlo, siendo insensibles a nuestras necesidades. Ello implica un considerable ahorro computacional, dado que los procesos que llevan a cabo están exentos de contenido inteligente, en el sentido de que no son reflexivos ni tienen capacidad decisoria.

c) Limitación de acceso, esta propiedad se refiere a que los sistemas centrales están restringidos al tipo de representaciones generadas por los sistemas modulares a las que pueden acceder. En el caso de la facultad lingüística, la FF (Forma Fonética) como la FL (Forma Lógica) suministran información a los sistemas de ejecución Articulatorio-Perceptual (A-P) y Conceptual-Intensional (C-I), respectivamente, haciendo posible la conexión entre el sistema lingüístico y otros sistemas, no obstante, sabemos que ambos niveles de representación (FF y FL) han sido derivados de la sintaxis, sin embargo, esta representación sintáctica no se muestra, se hace invisible, en otras palabras, está restringida o presenta limitación de acceso con otros sistemas modulares.

d) Encapsulamiento informativo, también llamado autonomía funcional, se refiere a que cada sistema modular opera de forma completamente independiente del sistema central y del resto de los sistemas modulares. En otras palabras, un sistema modular es un sistema autónomo en el doble sentido de no recibir influencia de otros módulos o del sistema central y de acceder a un tipo particular de información y sólo a este tipo. Así, dentro de la gramática, el componente sintáctico, fonológico y semántico actuaran sobre representaciones sintácticas, fonológicas y semánticas, respectivamente, no de otro modo.

e) Superficialidad computacional, esta propiedad debe entenderse como que los representaciones de salida de los módulos son representaciones preliminares y, por tanto, incompletas de los estímulos que el sistema cognitivo identifica o reconoce. El reconocimiento completo de los estímulos se lleva a cabo en los sistemas centrales.

f) Arquitectura neural fija y compacta, se refiere a que los sistemas modulares, como la facultad del lenguaje, se encuentran localizados anatómicamente en determinadas partes del cerebro.

g) Pautas de deterioro específicas, esta propiedad nos dice que si existe una red neural fija y compacta, cualquier lesión provocada en una parte específica del cerebro, por ejemplo, el área de Broca o en la sustancia blanca subyacente, debería generar trastornos en el habla espontánea, pero sin dañar la comprensión, en tanto que una lesión en el área de Wernicke producirá pautas de deterioro opuestas a las anteriores y caracterizadas por una buena fluidez en el habla y una limitada comprensión.

h) Carácter innato, esto es que los módulos se hallan determinados de forma endógena y se activan por estimulación ambiental. Así, en el caso de la facultad lingüística, esta es innata y constituye un módulo mental.

El conocimiento lingüístico y la modularidad.
Hasta el momento hemos tratado los aspectos de la modularidad desde la propuesta de Fodor. Ahora nos ocuparemos de precisar la modularidad en el marco de la GG, teniendo en cuenta que ahora no nos referiremos a la estructura de la mente, sino a la del conocimiento. Esta diferencia permite situar la modularidad en niveles distintos. Por un lado, la perspectiva de Fodor se aplica a los sistemas de entrada (o sistema perceptivos) y pretende dar cuenta del uso lingüístico. En cambio, para Chomsky, la noción de modularidad no debe limitarse a los sistemas de entrada sino que debería incluir los sistemas de salida. Lo que diferencia tal vez de forma más clara ambas teorías es que el concepto de modularidad de Chomsky se aplica al conocimiento lingüístico y no al uso de ella. Ahora bien, estos módulos interactúan entre sí ; lo que está en contra de alguna de las propiedades propuestas por Fodor a los sistemas modulares.

Según Van Rjemsdjik y Williams (1986), “los componentes de la gramática tienen sus propias reglas y principios” pero su actuación no es totalmente libre, dado que se relacionan de un modo estrecho al funcionar interactivamente. En conclusión, la interacción de estos sistemas no va en contra de la autonomía de los mismos en la teoría de Chomsky, aunque resultaría problemática desde la visión fodoriana de la autonomía funcional.

Bibliografía.
Chomsky, Noam. 1988. Language and Problems of Kknowledge. Cambridge, MIT. (trad. esp.: El lenguaje y los problemas del conocimiento. Madrid, Alianza, 1989).

Chomsky, Noam. 1991. “Linguistics and Adjacent Fields: A personal view”, en Kasher, A. 1991. The Chomskyan Turn. Cambridge, Basic Blackwell.

Chomsky, Noam. 1996. “Nuestro conocimiento del lenguaje humano: perspectivas actuales”. Chile, Universidad de Concepción.

Fernández Lagunilla, María y Alberto Anula Rebollo. 1998. Sintaxis y cognición. Introducción al conocimiento, el procedimiento y los déficits sintácticos. Madrid, Síntesis.

Lorenzo, Guillermo. 1996. Introducción a la sintaxis generativa. Madrid, Alianza.

Van Rjemsdjik y Williams. 1986. Introduction to the Theory of Grammar. Cambridge, MIT. (trad. esp.: Introducción a la teoría gramatical. Madrid, Cátedra, 1990).

Zavala, Joel. 2008. “Biolingüística”, en Habla, 2, págs. 2-4 y en Linguistics Blog, http://joelzavalatovar.blogspot.com/2008/03/biolingstica.html.

2 comentarios:

Stephanie Gonzales Quiroz dijo...

Joel, qué buena síntesis. Eres mi amigo, no hay duda.

Anónimo dijo...

Resumir es todo un arte.

Producir... una ciencia.

Buen aporte Joel. Quizá el apartado con relación a la modularidad no sea necesario... después de todo en esa primera edición María Fernandez y Alberto Anulla apuntan a introducirnos (además de los presupuestos teóricos chomskianos) en el fascinante mundo de los déficits sintácticos...

Cómo apoyo, debo dejar constancia que existe una segunda edición de este libro en la que los autores dejan de lado este segmento considerándolo no necesario para una introducción a nivel teórico de la gramática generativa transformacional.

un amigo.

Gerardo Medina León

"Vencedor junto al Maestro"

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